Información importante sobre la fiebre hemorrágica de Alkhurma (ICA)

Salud

La fiebre hemorrágica de Alkhurma (AHF) es causada por el virus de la fiebre hemorrágica de Alkhurma (AHFV), un virus transmitido por garrapatas de la familia Flavivirus. El virus se aisló inicialmente en 1995 de un paciente en Arabia Saudita. Se han documentado casos posteriores de AHF en turistas en Egipto, lo que amplía el rango geográfico del virus y sugiere que la distribución geográfica del virus es amplia y que las infecciones por AHFV no se notifican.

La persistencia del virus dentro de las poblaciones de garrapatas y el papel del ganado en el proceso de transmisión de la enfermedad no se conocen bien. El virus AHFV es una variante de la enfermedad del bosque de Kyasanur (KFD) , un flavivirus transmitido por garrapatas que se encuentra en el estado de Karnataka y sus alrededores en la India.

Desde la primera descripción de AHFV, se han informado varios cientos de casos de AHF. Los casos parecen alcanzar su punto máximo en primavera y verano. Se necesitan más estudios de AHFV para mejorar las medidas de salud pública.

Transmisión

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La transmisión de AHFV no se comprende bien. El AHFV es un virus zoonótico y las garrapatas hospedadoras descritas (la garrapata blanda Ornithodoros savignyi y la garrapata dura Hyalomma dromedari) están ampliamente distribuidas. Las personas pueden infectarse a través de una picadura de garrapata o al aplastar garrapatas infectadas. Los estudios epidemiológicos indican que el contacto con animales domésticos o ganado puede aumentar el riesgo de infección humana. No se ha documentado transmisión de humano a humano de AHF.

Aunque los animales de ganado pueden alimentar a las garrapatas con sangre, se cree que juegan un papel menor en la transmisión del AHFV a los humanos. No se ha descrito transmisión a través de leche no pasteurizada, aunque otros flavivirus transmitidos por garrapatas se han transmitido a humanos a través de esta vía.

Diagnóstico

El diagnóstico clínico podría ser difícil debido a las similitudes entre la AVHF, la fiebre hemorrágica de Crimea-Congo (CCHF) y la fiebre del valle del Rift (RVF), que ocurren en áreas geográficas similares. El diagnóstico de laboratorio de la ICA se puede realizar en la etapa temprana de la enfermedad mediante detección molecular por PCR o aislamiento del virus de la sangre. Posteriormente, se pueden realizar pruebas serológicas mediante el ensayo serológico inmunoabsorbente ligado a enzimas (ELISA).

Signos y síntomas

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Según información limitada, después de un período de incubación que podría ser tan corto como de 2 a 4 días, la enfermedad se presenta inicialmente con síntomas similares a los de la gripe, que incluyen fiebre, anorexia (pérdida de apetito), malestar general, diarrea y vómitos. ; una segunda fase ha aparecido en algunos pacientes, e incluye síntomas neurológicos y hemorrágicos en forma severa. La falla multiorgánica precede a los desenlaces fatales. No se han informado síntomas repetidos o crónicos después de la recuperación. La evidencia sugiere que puede existir una forma más leve, donde no se requiere hospitalización.

Casi siempre se observan trombocitopenia, leucopenia y enzimas hepáticas elevadas en pacientes hospitalizados.

Tratamiento

No existe un tratamiento estándar específico para la enfermedad. Los pacientes reciben terapia de apoyo, que consiste en equilibrar los líquidos y electrolitos del paciente, mantener el nivel de oxígeno y la presión arterial, y tratar cualquier complicación. La mortalidad en pacientes hospitalizados oscila entre el 1-20%.

Riesgo de exposición

El contacto con el ganado con exposición a garrapatas son factores de riesgo para los humanos, al igual que el contacto con garrapatas infectadas, ya sea al aplastar la garrapata infectada con los dedos sin protección o por la picadura de una garrapata infectada. El sacrificio de animales que pueden estar infectados de forma aguda pero asintomática también puede ser un factor de riesgo, ya que es posible que los animales infectados desarrollen una viremia sin signos clínicos evidentes.