Creció viendo películas de cine clásico junto a sus tres hermanas, algo que sin duda, influyó en su depurado sentido estético; femenino, impecable y a la vez moderno.
Jenny Walton cruza las calles de Nueva York enfundada en firmas nórdicas de culto como Cecilie Bahnsen pero su elegancia y su porte podrían perfectamente encuadrarse en un desfile de Balenciaga o Dior de los años 50.
Ilustradora y prescriptora de moda, la neoyorkina forma una de las parejas más importantes del fashion system junto a su marido Scott Schuman, el archifamoso fotógrafo tras el blog The Sartorialist.
Jenny afirma que su estilo es fruto de varias cosas; esas películas que le marcaron cuando niña, el hecho de que su madre fuera una experta costurera (como también lo es su marido) y el gusto por encontrar ‘la ganga’ que adquirió al ir de compras con su madre.
Su nombre ha logrado convertirse en uno de los más destacados del street style a golpe de estilismos que bien recuerdan a los grandes iconos de los 50.
Son las piezas clásicas las que consiguen destacar en sus alabados looks, miles de likes en Instagram corroboran tal éxito -tan solo en esta plataforma de fotografía reúne más de 300.000 seguidores-. Desde vestidos o faldas en riguroso tono negro a americanas o pantalones de corte recto son asiduos, aunque en el estilo de Jenny Walton los diseños con apliques de joyería o los accesorios también ocupan un papel muy importante -sin ir más lejos el pañuelo que tanto destacaba en Audrey es su mayor aliado-.
En una era en la que el atheleisure y el estilo lounwear predominan, ella nos devuelve al glamour de otra época; prendas vintage, mucho Prada y por supuesto, tacones.
