Nueva York duplica la cantidad de licencias que otorga para una primera ronda de tiendas legales de marihuana, anunciaron los reguladores el jueves, aunque solo una fracción de los dispensarios ya autorizados ha abierto hasta ahora y un fallo judicial ha suspendido las licencias en algunas áreas.
Casi dos años después de legalizar la marihuana recreativa para uso de adultos, Nueva York continúa trabajando para poner en marcha su mercado legal potencialmente grande. Hasta el momento, se han otorgado 66 licencias de dispensario y se han abierto cuatro tiendas, tres de ellas en la ciudad de Nueva York. Las primeras ventas legales fueron a fines de diciembre.
Mientras tanto, han surgido tiendas de marihuana y camiones no autorizados por toda la ciudad y el estado. Los funcionarios han estado luchando para tomar medidas enérgicas contra ellos.
Inicialmente, el estado planeó otorgar 150 licencias de dispensario en un primer lote reservado para organizaciones sin fines de lucro o para personas con experiencia comercial y antecedentes personales o familiares de condenas por marihuana. Después de recibir más de 900 solicitudes, la oficina estatal de cannabis ahora tiene la intención de otorgar 300 de esas licencias, dijo el director ejecutivo Chris Alexander a la Junta de Control de Cannabis del estado el jueves.
“Con esta expansión, más empresarios podrán participar en la primera ola de esta industria”, dijo la presidenta de la junta, Tremaine Wright, en un comunicado después de la reunión.
Sin embargo, alrededor del 40% de las licencias propuestas se asignan a partes del estado donde el estado no puede emitirlas en este momento, según un fallo de noviembre de un juez federal. La decisión congeló la concesión de licencias en ciertas áreas durante una demanda en curso sobre las reglas de licencia con respecto a los vínculos de los solicitantes con Nueva York.
El estado está apelando la decisión, que se aplica en Brooklyn, el centro de Nueva York, Finger Lakes, la región central de Hudson y el oeste de Nueva York.
Jessica Naissant tiene como objetivo administrar un dispensario en Brooklyn, por lo que la decisión judicial puso sus planes en el limbo. Aún así, le dijo a la junta que apreciaba el total de licencias ampliado, diciendo que los miembros estaban escuchando a los solicitantes y tratando de “ayudarnos”.
