Vaqueros pirata
Tal vez sería conveniente comenzar hablando de la más llamativa excepción a la norma: el regreso de los pantalones pirata. Aunque gozaron de una gran popularidad en la década de los 2000, nunca fueron para todo el mundo, contando también con un elevado número de detractores.
Y en un momento en el que el radar de inspiración estética se sitúa, al menos en lo referente a la indumentaria, en esta década, no son pocas las prescriptoras que se han lanzado a llevarlo de nuevo. Incluso la modelo Gigi Hadid ha dado cuenta ya de la tendencia, que se nutre de un moodboard en el que no faltan referencias como Carrie Bradshaw en Sexo en Nueva York.
Los pantalones pirata suponen siempre un reto de estilo, sobre todo si queremos llevarlos hacia un lugar nuevo y no limitarnos a replicar el manual de estilo de los 2000.
Vaqueros largos, rectos y simples
Pantalones largos, rectos. Sí, con la cintura algo más baja respecto a cómo la llevábamos algunas estaciones atrás, pero aun así tampoco tanto como pronosticaron los adeptos a la fiebre del Y2K. Y sí, pantalones que admiten una cierta anchura, pero tampoco hablamos del wide leg de otras temporadas.
Hablamos de la más normcore de las acepciones de vaqueros posible, con la que podemos redescubrir la prenda como un lienzo en blanco para componer un look que se sostenga en los detalles, y que pueda tomar derroteros estéticos muy diferentes.
La modelo Kendall Jenner no duda en combinarlo con más prendas básicas, como una camiseta por encima del ombligo, una gorra de béisbol y unos mocasines, obteniendo un look sencillo pero de un cool muy urbano.
La prescriptora francesa Jeanne Damas lo adereza con otros básicos atemporales para crear un estilismo tan fácil como femenino, mientras que la danesa Pernille Teisbaek lo marida con unos salones y una chaqueta de tweed para enfatizar su carácter clásico y elevarlo al universo de la estética old money. Este tipo de pantalón vaquero, sin duda, el básico entre los básicos, tendrá previsiblemente una gran influencia.
No en vano fue el gran golpe de efecto del director creativo Matthieu Blazy en su debut en Bottega Veneta.
‘Dad fit’
Las calles de Manhattan fotografiadas por Johnny Cirillo dan cuenta de las declinaciones más deportivas, funcionales, y divertidas de lucir esta prenda inmortal que es el pantalón vaquero, y de todo lo que puede contar con tan solo sumarle un tank top de color blanco.
Las tendencias vistas en la calle han tomado la palabra y abogan por recuperar el dad fit que, llevado por las chicas, crea un efecto muy casual, cayendo a la altura de la cadera (no necesariamente demasiado bajo como para estar incómoda) y con la pernera amplia.
Una estética urbana que hace pensar en la moda skater de los 90, que dominaba los armarios antes de que las tendencias de los 2000 ensanchasen excesivamente la silueta.
