Los riesgos reales y graves de no usar el preservativo

Salud

Los mayoría de los jóvenes siguen sin tener conciencia de los riesgos de las infecciones de transmisión sexual.

Las conductas son la puerta de entrada a infecciones de transmisión sexual, unas patologías que no dejan de aumentar a nivel general. Al mismo tiempo que ha caído la circulación del VIH, otras como la gonorrea, la sífilis o la clamidia, entre otras, llevan más de una década en alza.

¿Las razones? En parte, informa, el experto, es por las relaciones sexuales cada vez más tempranas, además del aumento del número de parejas sexuales y, como se ha demostrado, el uso insuficiente del preservativo que sigue siendo muy bajo entre los adolescentes.  

Otra razón del aumento de la prevalencia en jóvenes se debe también al hecho de tener relaciones sexuales bajo el efecto del alcohol y drogas puede ponerles en riesgo y la aparición de algunas aplicaciones para poner en contacto personas que quieren mantener relaciones explicaría también este aumento de las ITS. 

A esta relajación frente a las medidas para evitar su transmisión se suma el hecho de que estas infecciones suelen ser asintomáticas en periodos en los que las personas infectadas son más contagiantes.

Infecciones más frecuentes

Las infecciones de transmisión sexual son aquellas causadas por el conjunto de gérmenes (hongos, virus, parásitos o bacterias principalmente) que se contagian de una persona a otra preferentemente por contacto íntimo (vaginal, anal y oral).

De todas ellas, destaca Vives, la más frecuente es la infección del Virus del Papiloma Humano (VPH): “Se trata de la infección de transmisión sexual más frecuente en todo el mundo. En las consultas, el 40% se debe a esta infección”.

Además del VPH, Poyatos recuerda las otras más frecuentes:

  • Gonorrea
  • Sífilis
  • Clamidia
  • VIH 
  • Hepatitis B
  • Ladillas 

En este sentido la uretritis que es la inflamación de la uretra y que se produce por infecciones de transmisión sexual tan frecuentes como la gonorrea, la clamidia o el mycoplasma genitalum.

En cuanto a la gravedad de este tipo de infecciones, Poyato recuerda que las más graves son aquellas que provocan daños irreversibles e irreparables, como el VIH o la hepatitis B”, pero hay que saber que las secuelas provocadas por las complicaciones o casos especialmente agresivos de otros microorganismos (aparentemente menos dañinos) también pueden provocar trastornos y secuelas impredecibles como tumores, infertilidad, dolor crónico o malformaciones estéticas”.

En el caso del Virus del Papiloma Humano (VPH), por ejemplo, es importante saber que de cada cien personas sexualmente activas, ochenta portan el VPH en sus mucosas, orales, genitales o anales, por tanto es un virus que está muy presente en la población.

Además, es una infección que puede llegar a ser muy grave. De hecho, en las mujeres, de persistir el virus con los años, puede desencadenar en un cáncer de cérvix, el cáncer más diagnosticado del mundo. 

Pero no sólo en las mujeres es grave. En el caso de los hombres, “el VPH está relacionado con determinados tipos de cáncer, de ano, pene y orofaríngeo, éste último con una tendencia creciente de la incidencia. 

Desde el 2008, la vacuna contra el virus del papiloma humano está incluida en el calendario vacunal para las niñas de 11 a 12 años de edad.

No obstante, no ha sido hasta este pasado año que se anunció la actualización del calendario de vacunaciones sistemáticas en cinco comunidades españolas, incorporando la vacuna contra el VPH para chicos de 11-12 años. 

Tratamiento de las infecciones

En cuanto al tipo de tratamiento de las infecciones de transmisión sexual, todo dependerá del tipo que sea. Las que son de tipo bacteriano, como la clamidia, la gonorrea, la sífilis o el linfogranuloma, se tratan con antibióticos,y las contraídas por el contagio de un virus, como el herpes, la hepatitis o el VIH, se tratan con fármacos antivirales.

En todos estos casos, “siempre hay que tratar a la persona con síntomas y avisar y tratar a las posibles parejas sexuales que haya tenido para cortar la cadena de transmisión.

Y esto es así porque, según alerta Poyatos, “estos microorganismos no generan inmunidad (por lo que son frecuentes las reinfecciones)  y, además,  pueden coexistir varias ITS al mismo tiempo, lo que también ha ayudado a que hayan aumentado las resistencias frente a los antibióticos habituales y éstos ya no sean tan efectivos. Por ejemplo, en el caso del VPH, nos podemos infectar tantas veces como entremos en contacto con el virus.

Consejos para no infectarse

El único consejo que dan los expertos es aumentar la prevención. Pero ¿cómo? con el uso del preservativo y teniendo muy en cuenta un aspecto fundamental “los no síntomas”. 

“Entender que la mayoría de infecciones de transmisión sexual no dan síntomas es clave porque el que yo me encuentre bien no quiere decir que no pueda tener una infección, de ahí que sean necesarios los chequeos preventivos.

En cuanto a los chequeos: No hay límite de edad, siempre y cuando se haya empezado la relación sexual y se haya estado en una relación de riesgo. En este sentido, aclara que “para una de las únicas infecciones que no podemos chequear, que es el Virus del Papiloma Humano (VPH), pero sí vacunar.

Otros consejos: Informarse de los mecanismos de transmisión de las infecciones y adoptar una conducta prudente de protección;  ser rigurosamente cuidadosos a la hora de seleccionar las parejas con las que intimar, (siendo sinceros tanto a la hora de preguntarles como de informarles si estamos en riesgo de padecer alguna ITS o si nos encontramos en tratamiento), y, por supuesto, acudir a los profesionales de salud ante contactos de riesgo, la más mínima sospecha o síntomas iniciales de las infecciones pues, diagnosticadas a tiempo, las soluciones son más rápidas y las secuelas se previenen con mucha seguridad.