Más de 500.000 migrantes han cruzado la selva del Darién en 2023 rumbo a USA

Migración

Más de 500.000 migrantes han cruzado la peligrosa selva del Darién en su camino hacia Norteamérica en lo que va de 2023, un récord histórico de individuos que atravesaron esta frontera natural entre Panamá y Colombia, la mayoría de ellos venezolanos, informaron este miércoles a EFE fuentes oficiales.

Autoridades panameñas indicaron a la agencia EFE que la mayoría de los migrantes que han cruzado en lo que va de año el conocido como tapón del Darién son venezolanos, seguidos de los ecuatorianos con 54.757 migrantes.

Con aproximadamente una media de más de 1.000 llegadas diarias, esta nueva cifra récord deja atrás los 248.000 de 2022 y los 133.000 de 2021.

El jefe de la delegación regional del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) para México y América Central, Olivier Dubois, explicó este miércoles a varios medios internacionales, entre ellos EFE, que esta situación demanda «una respuesta de asistencia humanitaria inmediata», así como una reacción coordinada entre los países de origen, tránsito y destino junto con los organismos humanitarios.

Cifra récord

Con aproximadamente una media de más de mil llegadas diarias, esta nueva cifra récord deja atrás los 248.000 de 2022 y los 133.000 de 2021.

En la segunda semana de noviembre pasado, ya las autoridades panameñas habían situado en más de 468.000 los migrantes que habían llegado al país para esa fecha, en su camino hacia EE UU a través de la selva del Darién, que comunica el sur del continente con Centroamérica.

En el gobierno acusan a los países del sur de América, especialmente a la vecina Colombia, de dar la espalda al problema migratorio, en cuya gestión el país centroamericano ha invertido cerca de 70 millones de dólares en los últimos años, de acuerdo con datos oficiales.

Panamá registra a los migrantes a su llegada a las poblaciones indígenas a la salida de la selva o en los centros de recepción migratoria donde les dan cobijo y alimento, para luego coordinar la salida en autobuses hasta Costa Rica, un desplazamiento que se deben costear ellos mismos.

Es así que desde hace años Panamá aplica esta operación de flujo controlado, que consiste en acoger a los migrantes irregulares en unas estaciones instaladas tanto en la frontera sur (Darién) como en la norte, en Los Planes de Gualaca, cerca de Costa Rica.

En estas estaciones las autoridades de Panamá toman los datos biométricos de los migrantes, les dan asistencia de salud y alimentación y los embarcan en autobuses que los mismos viajeros deben sufragar y que, hasta ahora, los dejaban en la frontera de Paso Canoas.

Pero a inicios de octubre pasado, Panamá y Costa Rica activaron un «corredor humanitario» para el traslado directo de migrantes hasta territorio costarricense.