Para el Papa Francisco Nicaragua es una dictadura grosera Igual a comunistas o hitlerianas

Mundo

Con motivo de los diez años de su pontificado, el Papa Francisco, concedió una amplia entrevista, exclusiva al fundador de Infobae, Daniel Haddad,

en la que trataron temas tan diversos, como sus añoranzas a vivir en Buenos Aires, la invasión rusa de Ucrania, la situación en Venezuela o el asunto de la persecución de la iglesia por parte del gobierno de Nicaragua, presidido por Daniel Ortega

El Santo Padre recordó el momento en que fue electo Pontífice hace 10 años, “Es cómo el Espíritu Santo lo mueve a uno, ¿no? Yo a la mañana me vine tranquilo aquí, al mediodía, y algunos me hicieron chistes de paso, que no los entendí. Incluso cuando llegué al comedor algunos obispos del centro de Europa me decían: ‘Venga, eminencia, ¿qué nos cuenta de Latinoamérica?’. Me tomaron examen”

“Un poco de nostalgia de Buenos Aires”

Francisco comentó sobre la paz interior que siempre ha vivido, “la paz interior no me la sacó nadie. Esa felicidad. Se ve que la gente me mira más ahora, pero siempre fui así. Yo no creo que he cambiado acá. Por ahí me viene un poco de nostalgia de Buenos Aires porque no puedo callejear como hacía allá. Pero yo no sabría cuantificar la tranquilidad, la paz, la alegría interior que tengo. Para mí siempre es la misma”.

—Las últimas tres preguntas tienen que ver con América Latina. La primera tiene que ver con Venezuela. El informe Bachelet de Naciones Unidas habla de violaciones, descargas eléctricas, presos políticos, desaparición forzada de personas. Me hizo acordar a la noche oscura que vivió la Argentina con la dictadura militar, pero 40 y tantos años después. ¿Ve alguna luz de esperanza en que pueda modificarse el régimen de Venezuela?

—Pienso que sí. Pienso que sí porque son las circunstancias históricas las que van a obligar a cambiar el modo de diálogo que tienen. Pienso que sí. O sea, nunca cierro la puerta a posibles soluciones. Al contrario, la fomento.

—La segunda tiene que ver con Nicaragua. En un primer momento parecía tomársela solamente con los opositores o con aquellos que pensaban diferente; de hecho acaba de expulsar al destierro a 222 opositores. Pero también veo un ataque muy fuerte a la iglesia católica. Echaron al nuncio, ahora prohíben las procesiones de Semana Santa. Y [hay] una frase del mandatario diciendo [que] “los obispos, los curas, los papas, son una mafia”. ¿Qué piensa de esto?

—Con mucho respeto, no me queda otra que pensar en un desequilibrio de la persona que dirige [Daniel Ortega]. Ahí tenemos un obispo preso, un hombre muy serio, muy capaz. Quiso dar su testimonio y no aceptó el exilio. Es una cosa que está fuera de lo que estamos viviendo, es como si fuera traer la dictadura comunista de 1917 o la hitleriana del 35, traer aquí las mismas… Son un tipo de dictaduras groseras. O, para usar una distinción linda de Argentina, guarangas. Guarangas  (Desmayado, descarado, sin gracia)

Muy clara la posición del Santo Padre