Los precios subieron solo un 3% en junio respecto de 12 meses antes, por debajo de un aumento anual del 3,8% en mayo, aunque todavía por encima del objetivo de inflación del 2% de la Reserva Federal. Sobre una base mensual, los precios subieron un 0,2% de mayo a junio, ligeramente por encima del 0,1% del mes anterior.
La fuerte desaceleración de la inflación interanual del mes pasado reflejó en gran medida la caída de los precios de la gasolina, así como aumentos más leves en los costos de los comestibles.
Aún así, una medida de los precios «básicos», que excluye los costos volátiles de los alimentos y la energía, se mantuvo elevada a pesar de que también disminuyó el mes pasado. Esas presiones inflacionarias subyacentes aún altas son una razón clave por la cual la Fed elevó su tasa de interés a corto plazo el miércoles a un máximo de 22 años.
Un informe separado el viernes del Departamento de Trabajo mostró que un indicador de sueldos y salarios creció a un ritmo más lento en el trimestre de abril a junio, lo que sugiere que los empleadores sienten menos presión para aumentar los salarios a medida que se enfría el mercado laboral. La paga de los empleados, excluidos los trabajadores del gobierno, aumentó un 1% el último trimestre, frente al 1,2% de los primeros tres meses de 2023.
En comparación con hace un año, los sueldos y salarios crecieron un 4,6%, frente al 5,1% del primer trimestre.
La Fed está observando de cerca el indicador salarial, conocido como índice de costo de empleo. Los aumentos salariales más pequeños deberían frenar la inflación con el tiempo, porque es menos probable que las empresas necesiten aumentar los precios para cubrir sus costos laborales más altos.
El informe de inflación que el Departamento de Comercio emitió el viernes también mostró que la voluntad de los estadounidenses de seguir gastando, a pesar de dos años de alta inflación y 11 aumentos de tasas de la Fed en 17 meses, sigue siendo un poderoso motor de la economía.
El gasto del consumidor aumentó un 0,5% de mayo a junio, frente al 0,2% del mes anterior.
La economía de EE. UU. se encuentra en un lugar esperanzador pero precario: un mercado laboral sólido está impulsando la contratación, elevando los salarios y manteniendo el desempleo cerca de un mínimo de medio siglo. Sin embargo, la inflación se está debilitando en lugar de aumentar, como suele ocurrir cuando el desempleo es bajo.
Eso sugiere que la Fed puede lograr un «aterrizaje suave» difícil para la economía, en el que la inflación cae hacia el objetivo del 2% de la Fed sin desencadenar una recesión profunda.
Sin embargo, a los formuladores de políticas de la Fed les preocupa que la economía en constante crecimiento pueda ayudar a perpetuar la inflación. Esto puede ocurrir ya que la demanda persistente de los consumidores permite que más empresas suban los precios, lo que mantiene la inflación por encima del objetivo de la Fed y, potencialmente, hace que el banco central suba las tasas aún más.
La última evidencia de la resiliencia de la economía llegó el jueves, cuando el gobierno informó que creció a una tasa anual del 2,4% en el trimestre abril-junio, más rápido de lo que habían pronosticado los analistas y una aceleración de una tasa de crecimiento del 2% en los primeros tres meses de el año.
