Para algunos bebés, la alergia a la leche de vaca puede provocar malestar estomacal y otros síntomas como erupciones cutáneas.
A menudo, los bebés eventualmente superan estas alergias y una dieta especial puede eliminar los síntomas. Siga leyendo para aprender todo sobre las alergias a la leche en los bebés.
Alergias a la leche en bebés
Se estima que entre el 2% y el 3% de los bebés tienen alergia o intolerancia a la leche. La alergia es a una proteína específica de la leche. Los expertos llaman a esto alergia a la proteína de la leche de vaca, o APLV para abreviar. Los bebés suelen mostrar signos de alergia a la proteína de la leche de vaca (APLV) en los primeros días o semanas de vida.
El riesgo de APLV disminuye con la edad y casi todos los casos comienzan en bebés menores de un año.
Un sistema inmunológico inmaduro está detrás de las alergias a las proteínas de la leche en los bebés. Normalmente, el sistema inmunológico está alerta ante la presencia de invasores dañinos en el cuerpo, como bacterias o virus.
En el caso de la APLV, el sistema inmunológico reconoce erróneamente la proteína de la leche como un invasor. Cuando el sistema inmunológico intenta eliminar la proteína del cuerpo, el resultado es una reacción alérgica.
Cómo saber si un bebé tiene alergia a la leche
Los signos y síntomas de la APLV suelen ser el resultado de daño e inflamación de los intestinos y el colon. Como los bebés no pueden decirnos cómo se sienten, los síntomas de la APLV pueden confundirse con los de un bebé que tiene cólicos o está inquieto y con gases.
Algunos signos y síntomas comunes de APLV son:
- Vómitos o reflujo frecuentes
- Hinchazón abdominal y gases.
- Dolor abdominal
- Molestia y llanto prolongados
- Sangre o mucosidad en las heces.
- Heces blandas o diarrea
Aunque es mucho menos común, algunos bebés pueden presentar otros signos de alergia, como urticaria y eccema. En casos más graves, la alergia a la leche puede provocar sibilancias, hinchazón y crecimiento deficiente. En estos casos, los padres deben buscar atención médica inmediata para el bebé.
Un médico generalmente diagnostica APLV basándose en los signos físicos, los síntomas y el historial médico. También se preguntará a los padres sobre antecedentes familiares de alergias, asma o eccema, ya que estos son factores de riesgo de APLV.
Si se sospecha APLV, un proveedor de atención médica recomendará cambios en la dieta. Si los síntomas mejoran aproximadamente dos semanas después de los cambios en la dieta, esto es suficiente para respaldar el diagnóstico de APLV.
Sin embargo, es posible que se necesiten pruebas adicionales si el diagnóstico sigue sin estar claro o los síntomas no mejoran.
¿Pueden los bebés ser alérgicos a la leche materna?
Los bebés con APLV no son alérgicos a la leche materna humana. De hecho, la lactancia materna exclusiva durante los primeros cuatro meses de vida reduce el riesgo de desarrollar APLV.
Aunque los bebés no son alérgicos a la leche materna, si la madre consume lácteos, la proteína de la leche de vaca pasará a su leche materna.
Un bebé puede tener una reacción alérgica a la proteína de la leche de vaca que ha pasado a la leche materna.
Amamantar a un bebé que tiene alergia a la leche
La lactancia materna aún es posible si el bebé tiene alergia a las proteínas de la leche. Sin embargo, la madre deberá eliminar los lácteos de su dieta.
Del mismo modo, la madre a menudo necesitará eliminar la soja, ya que las proteínas de la leche de vaca y de la soja son similares.
La leche puede ser un ingrediente oculto en muchos alimentos. Es importante que se eliminen todos los rastros de lácteos de la dieta de la madre si un bebé tiene APLV. Un dietista puede orientar a las madres sobre cómo eliminar eficazmente todos los lácteos de su dieta.
Opciones de fórmula para bebés con alergia a la leche
A algunos bebés con APLV les irá bien con una fórmula ampliamente hidrolizada. La proteína se descompone tanto en estas fórmulas que es fácil de digerir y es menos probable que cause alergia. Las fórmulas ampliamente hidrolizadas funcionarán para aproximadamente el 90% de los bebés con APLV.
A veces, una fórmula ampliamente hidrolizada no mejora al bebé. El siguiente paso es una fórmula que no contenga trazas de leche de vaca. Las fórmulas elaboradas a partir de aminoácidos (los componentes básicos de las proteínas) no contienen lácteos.
Las fórmulas elaboradas con soja no son la mejor opción para bebés con alergias. Los bebés con alergias a la leche también pueden ser sensibles a la soja. Además, las fórmulas sin lactosa no son mejores para los bebés con APLV.
La alergia a las proteínas de la leche puede causar muchas molestias a los bebés. Aunque puede resultar difícil, especialmente para las madres cansadas que amamantan, los cambios en la dieta pueden resolver el problema. Estas alergias a las proteínas de la leche no duran para siempre.
