Reducir el riesgo y hacer preguntas correctas durante exámenes de detección de cáncer

Salud

El riesgo de cáncer se basa en varios factores y, si bien no existe una forma absoluta de prevenir todos los cánceres, hay muchas cosas que podemos hacer para reducir nuestro riesgo y ser más conscientes, de modo que puedan tratarse tempranamente y de manera más efectiva.

¿Cuáles son los signos de posible cáncer que con frecuencia se pasan por alto, para que pueda estar consciente y hacer un seguimiento con mi médico si los reconozco?

Si bien la mayoría de los síntomas aparentes no resultarán ser cáncer, vale la pena mencionar cualquier cambio en su salud durante una visita al médico.

Tú conoces tu cuerpo mejor que nadie y todos deberían tomar nota cuando algo no se siente bien. Si bien los especialistas conocen las presentaciones comunes del cáncer (bultos, protuberancias o sangre donde no debería estar), hay otras cosas a las que debemos prestar atención.

La fatiga inexplicable, la pérdida de peso y la falta de apetito, o incluso la depresión, pueden ser señales de advertencia, por lo que debe comentarlas con su médico durante los controles de rutina.

Los cambios en la forma, el tamaño o el color de las heces también podrían indicar que algo anda mal. Incluso si estos cambios no son el resultado del cáncer, podrían ser causados por algo más que deba abordarse.

Nunca está de más comentar cualquier cosa que te preocupe con tu médico.

Los sobrevivientes de cáncer deben estar atentos a los síntomas persistentes que podrían indicar una recurrencia.

Al mismo tiempo, todos deben vivir sus vidas y darse cuenta de que algunos dolores y molestias son normales.

A todos nos duele la cabeza. Si comienzas un nuevo programa de ejercicios, sufrirás fatiga muscular. Si esos dolores desaparecen después de unos días o con medicamentos de venta libre y no regresan, probablemente no tengas de qué preocuparte.

Incluso si no tengo antecedentes familiares de cáncer, ¿para qué debería hacerme las pruebas de detección y cuándo?

Las pruebas de detección son importantes para detectar el cáncer en sus etapas iniciales, lo que en la mayoría de los casos facilita su tratamiento y conduce a resultados mucho mejores. Son tan importantes como la prevención, por lo que a continuación se detallan algunos pasos comunes que puede analizar con su médico, según su edad.

Las mamografías son una importante herramienta de detección del cáncer de mama. Recomendamos que todas las mujeres se hagan mamografías anualmente una vez que cumplan 40 años.

Si la madre u otro familiar de primer grado de una mujer ha tenido cáncer de mama, recomendamos que se haga la prueba a una edad más temprana y, a menudo, también recomendamos pruebas genéticas, ya que existen ciertas Mutaciones que pueden aumentar el riesgo de cáncer de mama.

Para estas mujeres, puede recomendarse que se realicen exámenes de detección con mayor frecuencia e intensidad.

Las colonoscopias son una importante herramienta de detección que es tanto diagnóstica como preventiva. La edad recomendada para hacerse una colonoscopia se redujo recientemente de 50 a 45 años porque cada vez vemos más jóvenes que padecen cáncer de colon.

El objetivo de esta prueba no es sólo detectar el cáncer, sino también identificar los pólipos, que tienen posibilidades de volverse cancerosos, y extirparlos.

Particularmente para los hombres, el cáncer de próstata es otra prueba de detección importante, que implica un examen físico y un análisis de sangre cuando esté indicado, lo que nuevamente depende de sus antecedentes familiares y de otros factores como la raza. Pregúntele a su médico acerca de su riesgo y a qué edad debe hacerse la prueba.

Otros exámenes incluyen exploraciones de la cavidad torácica para fumadores, exámenes adicionales de cáncer de páncreas para aquellos con antecedentes familiares y un examen cutáneo anual para detectar cánceres de piel como el melanoma.

Una cosa que todos podemos hacer es ser abiertos con nuestros familiares sobre cualquier antecedente familiar de cáncer.

Otra es hablar con nuestros médicos de atención primaria sobre nuestro riesgo y trabajar con ellos para determinar cuándo es mejor hacerse la prueba. Además, hay cosas que podemos hacer para reducir nuestro riesgo de cáncer, como reducir el consumo de alcohol, no fumar y usar protector solar.

Si bien siempre es posible contraer cáncer, los hábitos saludables darán a las personas confianza en su salud y mejorarán el bienestar general.