Restringir demasiado el consumo de carbohidratos y grasas puede ser perjudicial

Salud

Los carbohidratos son la principal fuente de energía del cuerpo. Hablamos de azúcar, almidón y fibra. Una vez que los ingerimos, se descomponen en glucosa, que nuestro organismo utiliza para alimentar las células, tejidos y órganos.

Las grasas tienen otra función primordial en nuestro cuerpo, y ahora un nuevo estudio publicado en la revista The Journal of Nutrition pone sobre la mesa que los hombres que consumen pocos carbohidratos y las mujeres que ingieren pocas grasas se enfrentan a mayores riesgos de muerte general y relacionada con el cáncer. 

Pero…

La investigación, dirigida por el doctor Takashi Tamura, de la Facultad de Medicina de la Universidad de Nagoya (Japón), sugiere que hombres y mujeres deberían seguir una dieta equilibrada en la que consumir todo tipo de alimentos en lugar de restringir en gran medida su ingesta de carbohidratos o grasas, con lo que pueden experimentar un mayor riesgo de morir por cualquier causa.

Los investigadores llevaron a cabo una encuesta a 81.333 japoneses (34.893 hombres y 46.440 mujeres) durante un periodo de seguimiento de casi una década, para evaluar la asociación entre la ingesta de carbohidratos y grasas y el riesgo de mortalidad.

Para estimar el consumo dietético diario de carbohidratos, grasas y energía total, los autores utilizaron un cuestionario de frecuencia de alimentos y se calculó como porcentaje de la ingesta energética total de carbohidratos y grasas.

También evaluaron la calidad de la ingesta de carbohidratos (procesados o mínimamente procesados) y la calidad de la ingesta de grasas (saturadas en comparación con las grasas insaturadas) para examinar el impacto de la calidad de los alimentos en la asociación con la mortalidad.

Algunos resultados

Los resultados revelaron que los hombres que consumían menos del 40% de su energía total procedente de carbohidratos presentaban riesgos significativamente mayores de mortalidad por todas las causas y relacionadas con el cáncer. 

En cuanto a las grasas, aquellos con un alto consumo de grasas de más del 35% de su energía total tenían un mayor riesgo de mortalidad relacionada con el cáncer.

También descubrieron que reducir la cantidad de grasas insaturadas en los hombres se asociaba con un mayor riesgo de mortalidad por todas las causas y el cáncer.

Respecto a las mujeres, aquellas con una ingesta alta de carbohidratos de más del 65% tenían un mayor riesgo de mortalidad por todas las causas. Sin embargo, la ingesta total de grasas mostró una asociación inversa con el riesgo de mortalidad por todas las causas así como con el cáncer.

Los expertos concluyeron que este hallazgo no respalda la idea de que el consumo elevado de grasas sea perjudicial para la longevidad en el caso de las mujeres. 

El hallazgo de que la ingesta de grasas saturadas se asoció inversamente con el riesgo de mortalidad solo en las mujeres podría explicar parcialmente las diferencias en las asociaciones entre los sexos

Alternativamente, otros componentes distintos de la grasa en las fuentes alimentarias de grasa pueden ser responsables de la asociación inversa observada entre la ingesta de grasa y la mortalidad en las mujeres. 

Todas estas conclusiones sugieren que cada individuo debería considerar cuidadosamente cómo equilibrar su dieta y asegurarse de consumir energía de una variedad de fuentes de alimentos evitando los extremos.

La importancia

Estos macronutrientes son mucho más que simples fuentes de energía. Desempeñan funciones vitales en el auxilio de innumerables funciones del cuerpo. Existen los carbohidratos simples (azúcares), que se absorben rápidamente y proporcionan un rápido impulso de energía, como pueden ser las verduras, las frutas y los productos lácteos en general o incluso en alimentos procesados como refrescos, dulces y dulces horneados.

Luego están los carbohidratos complejos (almidones y fibra), que tardan más en digerirse, lo que ofrece una liberación de energía más lenta y sostenida. Ejemplos de carbohidratos complejos son los cereales integrales, los guisantes, las lentejas o las patatas.

Pero, aunque los carbohidratos sean la fuente de energía preferida de nuestro cuerpo, no solo nos aportan energía para alimentar todas las células del cuerpo y respaldar la actividad física y la función cerebral.

La fibra, que también ayuda en la digestión, nos sirve de herramienta para controlar los niveles de azúcar en la sangre y reducir el riesgo de enfermedades cardiacas. De la misma forma, algunos carbohidratos también contienen vitaminas, minerales y fitonutrientes esenciales. 

Importancia de las grasas

Las grasas han sido demonizadas en el pasado debido a su alto contenido calórico, pero también son cruciales para nuestro organismo: contribuyen al crecimiento celular, protegen nuestros órganos y ayudan al cuerpo a absorber ciertos nutrientes.

Las grasas son parte de las membranas celulares e influyen en la función general de la célula. Además, ciertas grasas participan en la producción de hormonas como la testosterona y el estrógeno. Eso sí, las mejores son las insaturadas, como los aguacates, las nueces, las semillas, el aceite de oliva, el pescado graso o las semillas de lino