Tinga de pollo con tomate

Sabores

Le damos la bienvenida a su espacio Sabores, en esta ocasión les compartiremos la forma de preparar este delicioso plato

Ingredientes

  • 2 pechugas de pollo.
  • 1 ¼ taza de caldo de pollo
  • 1 cebolla blanca pequeña.
  • 1 lata pequeña de chiles chipotle aprox. 200 gramos.
  • 4 tomates rojos o jitomates 3, si se trata de tomates muy grandes.
  • 2 dientes de ajo.
  • 1 hoja de laurel.
  • Orégano molido al gusto
  • Pimienta negra molida al gusto
  • Sal al gusto

Elaboración 

Comenzaremos por cocinar las pechugas de pollo, de manera simple. Para esto, necesitaremos calentar suficiente agua en una olla, y una vez que esté casi hirviendo, agregar un toque de sal, la hoja de laurel y ambas pechugas.

Dejaremos que las pechugas se cocinen a fuego medio durante 20 minutos. Una vez pasado este tiempo, revisaremos el centro de las pechugas para asegurarnos de que no estén todavía rojas. En ese caso, haría falta cocinarlas durante un poco más de tiempo.

Ya con las pechugas escurridas, nos serviremos de dos tenedores para deshebrarlas o deshacerlas en hilos.

Luego, reservaremos la carne de pollo mientras nos encargamos del resto de los ingredientes (de hecho, también podemos aprovechar el tiempo de cocción de las pechugas para hacer otras tareas, simultáneamente).

Pelaremos la cebolla y la cortaremos en juliana (o en ruedas, si así lo prefieren). También pelaremos los dientes de ajo y los picaremos finamente en trocitos menudos.

Luego, calentaremos un par de cucharadas de aceite en una sartén, y lo utilizaremos para freír la cebolla y el ajo, durante algunos minutos, a fuego entre medio y bajo (para evitar que se quemen las verduras). La idea es que la cebolla comience a tornarse transparente.

Mientras tanto, en una licuadora o robot de cocina, añade el contenido de la lata de chipotle y los jitomates lavados. Si lo deseas, puedes picar previamente los tomates rojos en grandes trozos, solamente para facilitar el trabajo de la licuadora.

Añade también sal y pimienta al gusto, un toque de orégano (yo recomiendo una cucharadita cafetera, o un poco menos), el caldo de pollo, y licua los jitomates y el chipotle.

Pasa la salsa que acabas de licuar a la sartén, con la cebolla y el ajo. Puedes incorporar una hoja de laurel, para darle más sabor a la preparación, o recuperar la hoja con la que cocinaste el pollo (y dejar las dos).

Cocina la salsa durante cinco minutos, y luego pruébala, pero con cuidado, para no quemarte. Si hace falta, rectifica la sazón con salsa y pimienta.

Luego añade el pollo deshebrado y mezcla bien todo. Deja que el conjunto se cocine por 5 minutos más.

Pasado este tiempo, evalúa la consistencia de tu tinga. Si está muy caldosa para tu gusto, puedes dejarla cocinarse algunos minutos más, para que se evapore más líquido y quede más concentrada y pastosa. Si por el contrario, quieres que quede más líquida, puedes agregar un poquito de agua caliente, o mejor aún, más caldo de pollo. Si agregaste agua, mezcla bien la tinga y prueba de nuevo, para corregir la sazón en caso de que haga falta.

Tu tinga de pollo ya está lista para servir. Si lo deseas, puedes retirar la hoja u hojas de laurel.