Ley texana de detención y deportación de inmigrantes SB4 no ha disminuido la intensidad en la frontera entre Estados Unidos y México, donde la Guardia Nacional de Texas ha desplegado esfuerzos para disuadir la entrada de inmigrantes.
Bajo la sombra de la Operación Lone Star, soldados armados y alambradas se han convertido en una barrera para aquellos que intentan cruzar irregularmente.
En el parque Shelby de Eagle Pass, los guardias nacionales han lanzado advertencias directas a los migrantes. “Vuélvete a México”, “Por el puente” o “Te para la policía” son algunas de las frases que resuenan frente a los intentos de ingreso.
Un migrante, después de varias horas de intentos infructuosos, se vio obligado a regresar a Piedras Negras, en México, publicó la agencia de noticia Efe.
La comunidad fronteriza, que celebra su herencia mexicana en el Festival de la Amistad, se encuentra ahora con obstáculos inesperados.
A pesar de la suspensión de la SB4, Texas ha intensificado su control migratorio, incluso utilizando barcas y personal armado para disuadir a los inmigrantes.
Jessie Fuentes, propietario de un negocio de viajes en kayak por río Grande, expresó su frustración durante el desfile del Festival de la Amistad: “Nos han robado el río, nuestro parque y nuestra libertad para disfrutar de la vida en la frontera”.
El despliegue de seguridad en la frontera no ha evitado que algunas personas arriesguen el cruce.
Dos mujeres salvadoreñas, Laura y Susana, fueron arrestadas junto con sus hijos menores de 8 años después de cruzar el río frente a Jiménez, Coahuila.
Los inmigrantes que son procesados son llevados a refugios como Mission Border Hope, donde reciben ayuda para descansar y recuperarse antes de continuar su viaje hacia el interior de Estados Unidos.
Una familia, que incluye a un niño discapacitado, espera en uno de estos refugios antes de partir hacia Austin, Texas.