Según los últimos datos ofrecidos por el informe de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) -Las Cifras del Cáncer en España 2018-, el cáncer de ovario es el quinto más frecuente (con 3.412 casos) y la octava causa de muerte por cáncer en las mujeres españolas.
Aunque la supervivencia de las pacientes con cáncer de ovario ha aumentado en los últimos años, las cifras de supervivencia a 5 años se sitúan aún en torno al 45 por ciento, según los datos de la American Society of Medical Oncology (ASCO).
Estas tasas de supervivencia se deben, probablemente, a la baja tasa de cánceres de ovario diagnosticados en estadios precoces, a la ausencia de tratamientos dirigidos contra dianas específicas o a la dificultad para la incorporación a la práctica clínica habitual de algunas técnicas complejas.
En el tratamiento del cáncer de ovario es fundamental la valoración por parte de un equipo multidisciplinar experto en tumores ginecológicos.
La cirugía primaria realizada por un ginecólogo oncólogo experto, seguida de quimioterapia basada en platino y taxanos, es el tratamiento de elección.
Avances en las terapias
Desde la introducción de la quimioterapia con taxanos hace más de 15 años ningún fármaco había conseguido mejorar los resultados de la quimioterapia con platinos y taxanos.
Los estudios de combinación de quimioterapia y antiangiogénicos (bevacizumab) han demostrado beneficio tanto en la primera línea de tratamiento tras la cirugía como en las recaídas frente a la quimioterapia sola y ya se han incorporado al tratamiento estándar.
En la actualidad, sabemos que el cáncer de ovario es una enfermedad heterogénea. Se han identificado ya cuatro subtipos histológicos que presentan mutaciones diferentes y con distinto comportamiento clínico. Son el carcinoma seroso de alto grado, el carcinoma seroso de bajo grado, el carcinoma mucinoso y el carcinoma de células claras.
El conocimiento de la biología tumoral del cáncer de ovario ha sido fundamental para identificar dianas terapéuticas y tratamientos dirigidos contra estas dianas.
La identificación de nuevas dianas y la personalización de los tratamientos nos permitirán una mejor selección del tratamiento para nuestras pacientes.
Las alteraciones en la reparación de los daños producidos en el ADN han sido identificadas como posibles dianas en cáncer de ovario. Las pacientes con mutaciones del gen BRCA tienen alterado uno de los mecanismos de reparación del ADN.
En 2014, se publicaron los primeros resultados con olaparib (un inhibidor de la enzima PARP), efectivo en cáncer de ovario con mutaciones de BRCA y que ha cambiado las perspectivas de las mujeres con recaída de cáncer de ovario con respuesta a terapia basada en platino y mutación BRCA.
Recientemente se han comunicado también los datos con otros dos inhibidores de PARP (niraparib y rucaparib).
El tratamiento de mantenimiento con estos dos fármacos tras una respuesta a la quimioterapia basada en platino produce beneficios tanto en pacientes con mutaciones de BRCA como en pacientes no mutadas.
La introducción de estos nuevos tratamientos asociados (los antiangiogénicos) a la quimioterapia o como mantenimiento tras la respuesta a la misma suponen un avance en el pronóstico de las pacientes con cáncer de ovario.