Ayer fue un día de aventura, me olvidé de los domingos de Netflix y postres y aproveché esa energía que mi cuerpo contenía para gastarla en un plan que consistió en seguir conociendo rinconcitos de New York.
Salí de mi casa directo a Long Island y allí tomé un tren con dirección a Huntington Station para finalmente llegar al Stony Brook Yacht Club, al que fui invitada por unos amigos.
Pensado totalmente para garantizar la diversión en familia, este lugar cuenta con restaurante, bar, área de juegos, actividades recreativas y, por supuesto, la atracción principal, la posibilidad de disfrutar de paseos marítimos en sus tranquilas aguas.
Es un lugar perfecto para celebraciones como bodas o cumpleaños, ya que el espacio es enorme y, además, se percibe mucha alegría y tranquilidad en el ambiente, donde siempre hay algo que hacer o ver, tengas la edad que tengas.
Pero hay una cosa que es totalmente cierta, y aplica también para este club, y es que no importa lo impresionante del lugar sino las personas que te acompañen los que garantizarán una experiencia inolvidable, por lo que, si piensan ir, asegúrense de hacerlo con la compañía perfecta.
Y una última cosa que debo agregar es que, por favor, se regalen el placer de mirar todos los atardeceres que puedan; no sé explicar por qué, pero hay algo allí que lo hace aún más maravillosos.
Visiten pronto Stony Brook y espero que les encante tanto como a mí.
