Una comida en Gonzo´s es un viaje de placer necesario

El rinconcito newyorquino

MARF

Para mí los domingos son días sagrados, no permito que nada interrumpa mi paz ese día, a menos que se trate de una emergencia, porque me tomo muy en serio ese tiempo de descanso.

Así que para evitar hacer la menor cantidad posible de cosas, cocinar casi siempre queda fuera de mis planes y trato de pedir delivery de lugares nuevos para aprovechar de contarlos sobre los que me gustan.

Este domingo decidí probar la comida venezolana de Gonzo’s y no encuentro mejor forma de expresar lo mucho que me gustó, más que diciendo que la amé.

Quise desayunar uno de mis platos favoritos que, me atrevo a decir, identifica más a mi tierra que la misma arepa: una deliciosa cachapa con un queso de mano perfecto.

Con cada bocado iba sintiendo tanta felicidad como nostalgia porque, esta comida en específico, solía comerla más que todo en reuniones familiares cuando todos estábamos cerca.

Todo el menú de Gonzo’s es lo que quisiera comer a diario: empanadas, pastelitos, tequeños y arepas que son casi imposibles de morder por la gran cantidad de relleno, además de refrescantes bebidas que solo puedo imaginar tomarlas bajo el intenso sol del pueblo donde crecí.

Al igual que el resto de negocios de su tipo, quiero agradecer a la gente de Gonzo’s por traer un pedacito de Venezuela para quienes la extrañamos con el alma.

Pronto estaré visitándolos para comer una de esas tortas tres leches que veo y se me hace agua la boca.

IG: @gonzosnyc

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