Yulimar Rojas gana su segunda Liga de Diamante en Suiza

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La saltadora venezolana Yulimar Rojas, el pertiguista sueco Armand Duplantis, el mediofondista noruego Jakob Ingebrigtsen y el lanzador de peso estadounidense Joe Kovacs fueron los principales protagonistas de las finales de la Liga de Diamante disputada en Zúrich (Suiza).

Ingebrigtsen cerró con una nueva victoria en 1.500 una temporada redonda que agranda un palmarés que ya incluía un oro olímpico, un oro en el Europeo de Múnich y una plata en el Mundial de Eugene.

El atleta noruego, que ganó con 3:29.02, mejor marca mundial del año, no tuvo enfrente al español Mohamed Katir, que, aunque tenía plaza para la final, dio por concluida su temporada tras el subcampeonato de Europa en Múnich. Su duelo más directo sobre la pista del estadio Letzigrund fue con el keniano Timothy Cheruiyot, al que aventajó en más de un segundo en meta.

En la misma distancia de 1.500 en categoría femenina la victoria fue para la keniana Faith Kipyegon, vigente campeona mundial, que ganó con 4:00.44 y no dio opción a la segunda clasificada, la irlandesa Ciara Mageean, que hizo 4:01.68.

El sueco Armand Duplantis se resarció en la final de salto de pértiga de la derrota sufrida la pasada semana en la reunión de Bruselas con el filipino Ernest John Obiena.

Duplantis, que no perdía desde hace un año y se quedó en una marca de 5,81 en Bruselas, recuperó en Zúrich su mejor versión y alcanzó los 6,07 metros -récord del campeonato-, una altura inalcanzable para Sondre Guttormsen, que llegó a los 5,86.

La venezolana Yulimar Rojas, tres veces campeona mundial de triple salto, conquistó su segunda Liga de Diamante consecutiva en Zúrich con una buena actuación.

Yulimar comenzó el concurso con un nulo y, en el segundo salto, llegó hasta los 15,28 metros, una marca que no pudieron alcanzar la campeona europea, la ucraniana Maryna Romanchuk, que se quedó en 14.96, y tampoco la jamaicana Shanieka Ricketts, que registró 14.85.

También en triple salto se llevó la victoria el atleta cubano Andy Hernández Díaz, imponiéndose con una marca de 17,70 metros al principal favorito, el portugués Pedro Pichardo, y al español Jordan Díaz, tercero.

Andy Hernández, de 24 años, llegó a la final con una marca acreditada de 17.68, el cuarto mejor tiempo personal de los seis participantes. El cubano comenzó el concurso con un salto de 17,70 metros al que le siguieron cuatro nulos. Concluyó en el sexto con 16,46.

El principal favorito, el portugués de origen cubano Pedro Pichardo, vigente campeón del mundo, europeo y olímpico, llegó a la final con una mejor marca del año de 17,95 metros, y se quedó en Zúrich en 17,63.

El español Jordan Díaz, con un problema físico en un cuádriceps, no pudo entrar en la pelea por la victoria, aunque se marchó subido al podio con 17,60 metros, muy lejos de su récord nacional de 17,87.

Jordan Díaz compitió en Zúrich bajo la bandera cubana al no haber sido reconocida su nacionalidad española por la federación internacional.

Las velocistas dominicanas Marileidy Paulino y Fiordaliza Cofil hicieron historia al conquistar las medallas de oro y plata en la final de los 400 metros.

Marileidy, de 25 años, logró la victoria con un tiempo de 48.99, su mejor marca personal y el mejor tiempo mundial del año, imponiéndose con autoridad a su compatriota Fiordaliza Cofil, segunda, y a la atleta de Barbados Sada Williams, que paró el crono en 49.98 para ser tercera.

La ausencia de la campeona mundial y olímpica, la bahameña Shaunae Miller-Uibo, allanó la competencia por la victoria a Marileidy Paulino, Fiordaliza Cofil y Sada Williams.

En los 110 metros vallas el español Asier Martínez, que hace tres semanas se proclamó campeón de Europa, estrenó su corona continental con un cuarto puesto en una carrera que se adjudicó el campeón mundial, el estadounidense Grant Holloway.

La carrera fue un duelo directo entre Holloway, que ganó con un tiempo de 13.02, y el jamaicano Rasheed Broadbell, que paró el crono segundo en 13.06, por delante de su compatriota, el campeón olímpico Hansle Parchmente, tercero con 13.26.

En la categoría femenina de los 100 metros vallas la actual campeona mundial y de la Liga Diamante, la nigeriana Tobi Amusan, ganó con autoridad con 12.29, once centésimas menos que la segunda, la estadounidense Tia Jones.

En los 3.000 metros obstáculos el marroquí Soufiane El Bakkali, campeón mundial, cumplió los pronósticos y se impuso con claridad sobre el etíope Getnet Wale, segundo, y el keniano Abraham Kibiwot, tercero.

La reina jamaicana de la velocidad, Shelly-Ann Fraser-Pryce, logró su quinto título de la Liga Diamante de 100 metros en un duelo reñido frente a su compatriota Shericka Jackson, subcampeona del mundo en Eugene.

En la categoría masculina el rey de la velocidad fue el estadounidense Trayvon Bromell, que acreditaba antes de la final 9.76 como marca personal y en Zúrich, con 9,94, fue el único de los ocho atletas en competición que bajó de los diez segundos.

La jornada en el estadio Letzigrund se cerró con la actuación estelar del estadounidense Noah Lyles, que ganó los 200 metros con un tiempo de 19.52 y arrebatando el récord que tenía desde hace años Usain Bolt con 19.66.

EL ATLETISMO SALE A LA CIUDAD
La primera jornada de las finales de la Liga de Diamante salió del estadio para celebrarse en la céntrica plaza Sechseläutenplatz bajo una expectación tremenda por parte de los aficionados al atletismo.

Uno de los grandes protagonistas fue el estadounidense Joe Kovacs, dos veces campeón del mundo de peso en 2015 y 2019, que lanzó la bola de 7,26 kilos hasta los 23,23 metros -segunda mejor marca mundial de la historia y mejor registro de la Liga de Diamante-, a solo 14 centímetros del récord mundial (23,37) de su compatriota Ryan Crouser, que finalizó segundo con 22,74.

En el mismo lugar los corredores de 5.000 metros deleitaron a los presentes, bajo la lluvia, con una carrera de mucho nivel en la que se impuso el keniano Nicholas Kipkorir con 12:59.05 por delante del sudanés Domnic Lokinyomo Lobalu, que hizo 12:59.40, y del estadounidense Grant Fisher, sexto en el último Mundial de Eugene y que fue tercero.

En los 5.000 femeninos la victoria se la llevó la keniana Beatrice Chebet, medallista de plata en el reciente Mundial de Eugene, que paró el crono en 14:31.03 por delante de su compatriota Margaret Chelimo Kipkemboi, segunda, y con la vigente campeona del mundo de la distancia, la etíope Gudaf Tsegay, tercera.

En salto de altura, el italiano Gianmarco Tamberi, actual campeón olímpico y europeo, llegó hasta los 2,34 metros para alzarse con la victoria.

Los ganadores de la final de la Liga de Diamante, aparte del preciado trofeo, se embolsan un importe económico de 30.000 dólares cada uno. El segundo clasificado 12.000 y el tercero 7.000.