¿Cómo se debe comer las frutas con piel. Acaso será mejor que pelarla?

Salud

Para gustos están los colores y en el caso de las frutas, también. Rugosas, suaves, ásperas o con manchas, las pieles de algunas de ellas pueden resultar, a priori, poco apetecibles. Sin embargo, existe la creencia de que comerlas con piel puede resultar más beneficioso para el organismo.

¿Es mejor comer la fruta con piel?

La respuesta es afirmativa. La piel de muchas frutas y verduras contiene diversas vitaminas, minerales y otros compuestos vegetales que favorecen el correcto funcionamiento de nuestro organismo. Es decir, tomar la fruta sin pelar, cuando se puede, nos aporta más nutrientes.

La piel aporta beneficios extra, tales como una mejora del tránsito intestinal, el descenso de la glucosa en sangre y el control del apetito»

Obviamente, frutas como el melón, la sandía o la piña quedan descartadas del consumo con piel por resultar demasiado duras para masticar o digerir. No obstante, en el frutero contamos con otras que son cómodas y fáciles de consumir sin pelar, como las frutas del bosque, las manzanas, los melocotones, las peras o los caquis.

Estos son los mitos de comer la fruta con piel

Comer la fruta en su estado natural es un hábito alimentario que no ha estado exento de debate. Entre las voces en contra, las de quienes apuntan a que pueden resultar indigestas o llenas de contaminantes. Desmontamos estos mitos para que te animes a consumir estas frutas con su piel y te aproveches de todas sus propiedades.

La piel de la fruta puede contener sustancias tóxicas

Aunque esta afirmación es cierta, el hecho de comer la fruta sin pelar no nos va causar daños a la salud, según la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN). No obstante, conviene lavar muy bien la capa exterior antes de consumirlas, ya que puede llevar restos de pesticidas o patógenos.

¿La piel de la fruta puede resultar indigesta?

No es cierto. No obstante, cada persona tiene diferentes tolerancias a la textura o sabor de la piel de una determinada fruta. Así, por ejemplo, las pieles aterciopeladascomo las del melocotón o los albaricoques y otras ásperas, como la del kiwi, pueden provocar reacciones alérgicas en algunas personas.

FALSO: La piel del plátano, el kiwi o la naranja no se puede consumir

Lejos de lo que se pueda creer, la piel de estas frutas sí se puede comer. De hecho, en el caso de la piel del plátano, cuyo consumo es frecuente en países como la India, incrementa los niveles de potasio, magnesio, vitaminas B6 y B12, además de la fibra. Comer kiwi sin pelar puede aumentar hasta un 50% su aporte de fibra y, en el caso de los cítricos, como la naranja o la mandarina, supone tomar mayor cantidad de vitaminas A, B y C.

La mayoría de los estudios al respecto avalan lo positivo de hacerlo por las razones saludables que detallamos a continuación.

La piel de las frutas, como la de peras o kiwis, contiene una cantidad importante de fibra insoluble, es decir, un tipo de fibra poco presente en nuestra dieta que contribuye a favorecer el tránsito intestinal. Es más, «aumenta el volumen de las heces, por lo que puede ser beneficiosa para aquellos que luchan contra el estreñimiento o la evacuación irregular», señalan desde Mayo Clinic.

La piel de la fruta contiene vitaminas y sustancias antioxidantes

Otro de los beneficios demostrados de ingerir la fruta sin pelar es la gran cantidad de vitaminas y otras sustancias que aportan al organismo. En el caso de la piel de la manzana, una de las frutas más socorridas para comer sin pelar, encontramos más de un 100% de vitamina C, una cantidad mayor que en la pulpa.

Por su parte, las uvas y frutas del bosque como moras, arándanos, frambuesas y la familia de albaricoques, melocotones y nectarinas, contienen una cantidad extra de antioxidantes en su piel, así como flavonoides que reducen el riesgo de padecer cáncer y otras enfermedades cardiovasculares. Así que, no las descartes.

Los tomates y los pimientos son frutas que aumentan sus beneficios con piel

A pesar de que dentro del uso culinario las clasificamos como verduras, lo cierto es que los tomates y los pimientos se consideran frutas en un sentido botánico. Si las ingerimos con piel, estaremos aportando dosis extra de betacarotenos, fundamentales para el buen funcionamiento de la vista, y antioxidantes, beneficiosos para la piel.