Sedentario desde la infancia provoca un agrandamiento progresivo del corazón

Salud

Un estudio reciente del European Journal of Preventive Cardiology investigó si el tiempo sedentario (ST), la actividad física de intensidad ligera (LPA) y la actividad física de intensidad moderada a vigorosa (MVPA) durante la infancia y la edad adulta influyen en la estructura y función cardíaca.

Dado que los eventos clínicos en la población pediátrica son raros, la identificación de cambios en la estructura y función cardíaca en esta población es crucial para el diagnóstico clínico temprano relacionado con el daño cardíaco.

La mayor masa ventricular izquierda (MVI) es un marcador importante de mortalidad cardiovascular entre los adultos.

Un estudio reciente ha indicado que el contenido elevado de lípidos en sangre, la presión arterial alta y el aumento de la rigidez arterial en la adolescencia son indicadores destacados de daño cardíaco prematuro en la edad adulta joven.

Muchos estudios longitudinales han destacado los beneficios de la actividad física (AF) sobre la salud cardiometabólica y vascular en niños y adultos jóvenes.

Según una directriz reciente, a las personas menores de 18 años se les recomienda realizar un promedio de 60 minutos diarios de AF de intensidad moderada a vigorosa (MVPA).

Cabe señalar que la mayoría de los niños no cumplen con esta recomendación diaria.

Un estudio transversal reciente vinculó la ST con una masa cardíaca un 30% mayor, mientras que una AF de intensidad ligera (LPA) se asoció con una mejor función cardíaca en adolescentes.

Dado que la mayoría de los niños y adolescentes acumulan más tiempo practicando LPA que MVPA, es imperativo comprender si los aumentos acumulativos de MVPA y LPA mejoran de forma independiente la estructura y función cardíaca en los jóvenes.

Curiosamente, un estudio destacó que, en comparación con MVPA, LPA es significativamente más eficaz para reducir los niveles de colesterol, la masa grasa, la rigidez vascular y la inflamación en la población pediátrica.

No hay muchos estudios que hayan evaluado el efecto independiente de factores modificables del estilo de vida, como ST y PA, sobre la estructura y función cardíaca medida por ecocardiografía en la población pediátrica.

Además, es importante dilucidar el impacto específico del sexo de ST y MVPA en las funciones cardíacas en esta población.