El encuentro es en el Herbert Von King Cultural Arts Center 

El rinconcito newyorquino

Dentro del mundo de la actuación existe un aprendizaje básico y fundamental que, aunque muchos actores pasen por alto al principio, tarde o temprano tomarán pues es una clave importante para hacer un trabajo impecable y llegar a ser exitoso; me refiero a la improvisación.

Su importancia recae en desarrollar la confianza en sí mismos, trabajar los nervios, desarrollar la creatividad, mejorar la rapidez de respuesta y ser más conscientes de sus acciones, así como otros tantos beneficios que pueden mejorar muchísimo la puesta en escena.

Pero la improvisación también puede ser útil en muchos momentos de nuestra cotidianidad.

Todos aquí sabemos que por más que planifiquemos nuestro día a día, es inevitable que surjan situaciones inesperadas, sean grandes o pequeñas, que nos lleven no solo a reestructurar cronogramas sino a improvisar, sin importar a qué nos dediquemos y especialmente cuando nos toca interactuar con otros.

Improvisar no solo implica hacer espontánea y rápidamente una acción que no estaba prevista para salir de un apuro, sino saber poder responder en simultáneo dos preguntas esenciales: “¿por qué lo estoy haciendo? y ¿cómo lo estoy haciendo?” y de ello dependerá su éxito o fracaso.

Particularmente, pienso que desarrollar nuestras habilidades de improvisación debería ser algo que todos trabajemos en algún momento de nuestras vidas, se trata de prepararnos para lo inesperado y eso nunca está de más.

Aquí les dejo entonces una recomendación para quienes lo tomen como consejo y deseen comenzar ya mismo.

Consiste en un taller para principiantes en el que “a través de ejercicios y juegos, los estudiantes aprenderán las habilidades básicas de improvisación y se divertirán desarrollando su espontaneidad, alegría, imaginación y confianza”.

El encuentro es en el Herbert Von King Cultural Arts Center 

¿Cuál es su opinión sobre la improvisación? ¿Están de acuerdo conmigo?