Ramón Velásquez Gil
Ciertamente, la inmigración venezolana podemos dividirla en esos tres grandes grupos. En el grupo A, encontramos a aquellos inmigrantes que gracias a sus esfuerzos, trabajo y estudio, vivieron bien en Venezuela aún después de la llegada de Chávez. Me refiero a ese grupo que no “escapo” del país inmediatamente a la llegada del gobierno de Chávez. Sino que se quedó luchando y viviendo bien si se quiere, por más de diez años durante ese régimen. Por cuanto la caída de Venezuela al abismo, fue un proceso largo que duró más de diez años.
Este grupo A de venezolanos, se quedó e intentó sostener al país hasta que se le hizo imposible seguir pues ya se había perdido todo lo logrado en el tiempo que se vivió en democracia.
Ya siendo vanos todos los intentos de sobrevivir como nos habíamos levantado, fue cuando debimos partir, pero eso sí, dejando atrás todos lo logrado, con la esperanza de algún día regresar.
En el grupo B, encontramos a aquellos inmigrantes que “si escaparon” de Venezuela desde la llegada de Chávez. Si, ese grupo que con toda seguridad ya vivían pelando en Venezuela incluso antes de la llegada de Chávez al poder y que, sin tirar una piedrita, sin haber ido nunca a una marcha, y sin haber hecho nada por el país, vendieron todo lo que tenían y se fueron y que buscando asilo político, cuando nunca en su vida tuvieron alguna actividad política y ni siquiera iban a votar cuando había elecciones.
Son estos inmigrantes del grupo B, quienes siempre están ligando que en Venezuela no pase nada y que siga todo cómo está pues si cambiarán las cosas para bien, no tendrían dignidad para volver, aparte de que ni siquiera tendrían donde llegar.
Por último y en el grupo C, tenemos al malandraje que está llegando a EEUU en estos últimos tiempos y que, evidentemente son enviados por alguien para crear una mala imagen donde estén.
Este es el grupo de gente sin estudios, que nunca trabajo en Venezuela y que se levantó en el gobierno de Chávez, pidiendo y pidiendo desde comida hasta vivienda pues nunca sirvieron para nada en ninguna parte y que, basta con escucharlos hablar para darse uno cuenta de que vienen de los más bajos estratos sociales de Venezuela.
Obviamente no son todos si no casi todos.
Y son esos “casi todos”, los que a la mayor brevedad deberían ser devueltos a su lugar de origen, Dios mediante.
Saludos
