Las enfermedades cardiovasculares (ECV) se encuentran entre las principales causas de enfermedad y muerte en la era actual. Si bien las enfermedades cardiovasculares se han relacionado durante mucho tiempo con la aparición de depresión, no se sabe mucho sobre si los cónyuges de los afectados tienen más probabilidades de deprimirse después de tales eventos.
Un estudio publicado recientemente en JAMA Network Open exploró este tema, sentando las bases para futuros estudios prospectivos en este campo.
Depresión y salud
La depresión se ha vuelto un 65% más prevalente y se erige como el trastorno de salud mental predominante en todo el mundo, no solo disminuyendo la calidad de vida sino que también afecta negativamente la salud en general. La depresión se asocia con un mayor riesgo de ECV, demencia, mala cognición y muerte.
¿Cómo se relaciona la ECV con la depresión?
Las enfermedades cardiovasculares y la depresión son más comunes en personas obesas y ambas comparten inflamación en el sistema inmunológico. Cuando alguien sufre un evento de ECV, como un derrame cerebral o un ataque cardíaco, la familia también sufre estrés mental, ansiedad e incluso depresión.
El estudio actual fue diseñado para explorar la asociación entre las enfermedades cardiovasculares y la depresión a nivel del hogar.
Los datos provienen de una base de datos nacional mantenida por la Asociación Japonesa de Seguros de Salud (JHIA).
Esto incluía alrededor del 40% de la población japonesa en edad de trabajar o 30 millones de personas en este grupo de edad.
Al prestar atención a posibles factores de confusión, como antecedentes de otras enfermedades, práctica individual de hábitos saludables y parámetros de salud física, el estudio llena un vacío de conocimiento y proporciona pruebas más sólidas.
Se deben estudiar los sistemas de apoyo clínico multidisciplinarios y a nivel comunitario como una posible intervención para reducir este riesgo para los cónyuges de pacientes con ECV a través de un enfoque de atención preventiva de amplio espectro.
