La cantidad de grasas trans ha aumentado; sin embargo, ahora los consumidores están más preparados y son conscientes de los productos que consumen, evitando el exceso de aquellos que no consideran saludables.
Así se dio a conocer en el webinar “Grasas trans, ¿por qué se está hablando de ellas?», en donde en forma de diálogo participaron varias expertas sobre el tema que pusieron en la mesa las características de estos productos y que se está haciendo en la industria para reducirlos.
¿Qué son las grasas saturadas?
Son estructuras de las grasas que están formadas por cadenas de carbono y que en cada uno de sus extremos tienen un átomo de hidrógeno, es decir, por todos los lados tienen átomos de hidrógeno saturando las cadenas de de carga.
Cuando dicen grasas saturadas (TGA), también se refiere a grasas trans y se refiere a todos los productos que tienen ácidos grasos de manera saturada.
Tipos de grasas trans
Aunque la mayoría de grasas trans se encuentran productos de origen animal que han sido procesados como el tocino, la mantequilla o los embutidos, también se encuentran los productos de origen vegetal que también han sido procesados como los aceites.
En el caso de los aceites, existen algunos que pueden ser muy puros, pero al momento de entrar en contacto con calor sus propiedades cambian y generan pequeñas cantidades de ácidos grasos.
No solo los alimentos que tienen un proceso industrial contienen grasas saturadas, los alimentos realizados de una manera casera o artesanal también la pueden contener, la diferencia es que no lo advierten en el etiquetado.
Nuevos etiquetados advierten de grasas
La Organización Panamericana de la Salud diseñó un plan de acción para eliminar los ácidos grasos en los alimentos, con la idea de que para el 2025 ya todos los ácidos grasos trans estén fuera de los productos o en ciertas dosis controladas.
Las etiquetas en los empaques ya advierten del contenido de estas grasas en algunos países, afirman que gracias a ellas los consumidores están conscientes de lo que consumen, mientras antes sólo se preocupaban por alimentos con exceso de azúcar, sodio o calorías, ahora también grasas trans.
