No debes echarle sal a tus comidas después de cocinarlas

Salud

La sal es un condimento conocido y muy utilizado desde la época antigua tanto para sazonar, potenciando los sabores de los alimentos; como para conservarlos, debido a que evita que se desarrollen y reproduzcan las bacterias.

Pero tal vez te has preguntado ¿qué es lo que causa este efecto de realzar los sabores? Debido a que la sal está compuesta de cloruro de sodio, al ponerse en contacto con algún líquido, en este caso nuestra saliva, se liberan iones que nos provocan esa sensación de que una comida tenga buen sabor.

Otra de las razones por las que la sal mejora el sabor de la comida, es que -según especialistas-, este ingrediente aumenta la jugosidad de los alimentos y disminuye su acidez. Por eso, cuando añadimos sal a la comida, ésta adquiere un sabor mucho más intenso y rico, lo cual -definitivamente-, resulta muy atractivo para nuestros paladares.

Es imposible cocinar al gusto de todos: el mismo guiso puede estar soso para algunas personas y salado para otras, por lo que es habitual que muchas personas agreguen sal a sus platos una vez servidos.

Sin embargo, ese extra de sodio puede provocar una esperanza de vida menor y un mayor riesgo de muerte prematura, según un estudio del Biobank británico, una base de datos biomédica a gran escala que permite realizar investigaciones y nuevos descubrimientos científicos con la intención de mejorar la salud.

Ese estudio analizó los datos de más de 500.000 personas, que respondieron un cuestionario entre 2006 y 2010 sobre cómo y cuánta sal consumían.

La investigación se centraba en la cantidad de sal que esas personas agregaban a sus comidas después de que fueran cocinadas. Cuando terminaron de rellenar los cuestionarios, los investigadores dieron un plazo de 10 años para ver la evolución de todas esas personas: ahora, ya conocemos los resultados.ç

El estudio revela que cuanta más sal añadían a sus comidas, mayor era la probabilidad de muerte prematura entre los participantes.

Para Lu Qi, autor principal del estudio y profesor de epidemiología en la Universidad de Tulane en Nueva Orleans, «nuestros hallazgos están en línea con los estudios previos que muestran consistentemente que el alto consumo de sodio está relacionado negativamente con varios resultados de salud como la hipertensión y las enfermedades cardiovasculares».
Cómo ganar sabor sin echar más sal

Los expertos lo tienen claro y llevan alertando de este problema desde hace años. Por ejemplo, la Asociación Americana del Corazón (AHA, por sus siglas en inglés) recomienda un consumo máximo de 2.300 miligramos de sal por día para los adultos, aunque reduce el ‘límite ideal’ a solo 1.500 miligramos diarios.

El Servicio Nacional de Salud del Reino Unido (NHS), por su parte, limita sus recomendaciones para el consumo de sodio a solo «una cucharadita de sal al día».

El problema es que, con sal, casi todo sabe mejor y, además, cada vez nos estamos acostumbrando a sabores más fuertes.

Buena parte de la culpa la tienen los potenciadores del sabor como el glutamato, ampliamente utilizado en los restaurantes y que, aunque está considerado como un aditivo alimentario seguro, se sabe que daña el sistema nervioso y provoca una sobreestimulación de las neuronas de manera artificial.

Por eso, los expertos consultados por la CNN recomiendan comer menos fuera de casa y cocinar más a menudo en el hogar, donde hay más control sobre la cantidad de sal que se usa al preparar la comida.

Otros trucos para reducir la cantidad de sodio que consumimos a diario pasan por sustituir la sal por mezclas de hierbas y especias, consumir pocos alimentos procesados y olvidarse de los ultraprocesados, ya que suelen contener grandes cantidades de sal.

Algunos beneficios de la sal en la salud son:

  • Contribuye a bajar de peso. La sal de mar tiene propiedades que contribuyen a producir jugos gástricos que ayudan a que sea más rápido el proceso de digestión. 
  • Fortalece el sistema inmune. La sal marina ayuda a combatir con mayor facilidad diferentes virus como la gripe, alergias y otros trastornos autoinmunes. 
  • Mejora la salud cardiovascular. Tomar un vaso con agua y una cucharada de sal, regula los niveles de colesterol, la presión sanguínea y los latidos cardíacos, con lo cual, podrás prevenir derrames cerebrales, infartos y otros accidentes cardiovasculares.

De igual forma, la sal en combinación con otros elementos, como el agua, tiene grandes implementos para el bienestar.