Buffalo News publicó un artículo de opinión de la gobernadora Kathy Hochul para Wear Orange Weekend, una conmemoración anual de las vidas perdidas por la violencia armada. El texto del artículo de opinión está disponible a continuación y se puede ver en línea aquí .
El fin de semana del 2 al 4 de junio, personas de todo el país se unieron y se vistieron de naranja para honrar a las víctimas y sobrevivientes de la violencia armada. Wear Orange Weekend fue reconocido por primera vez en 2015 para conmemorar la vida de Hadiya Pendleton, quien fue asesinada a tiros en Chicago a la edad de 15 años.
El fin de semana Wear Orange de este año llega solo 12 meses después del tiroteo masivo por motivos raciales en una tienda de comestibles en mi ciudad natal de Buffalo, que se cobró la vida de 10 personas inocentes.
Ese dolor aún estaba vivo cuando otro hombre armado mató a 19 niños y dos maestros en una escuela primaria en Uvalde, Texas, solo 10 días después del ataque en East Buffalo.
Estas trágicas escenas se han vuelto horriblemente comunes. Solo este año, nuestro país ha sufrido más de 250 tiroteos masivos y casi 18,000 vidas perdidas por la violencia armada.
Las armas son ahora la principal causa de muerte de niños y adolescentes en los Estados Unidos. Toda una generación se ha visto obligada a incorporar el miedo a la violencia armada en su vida cotidiana.
Mi prioridad número uno como gobernadora es asegurarme de que los neoyorquinos se sientan seguros donde viven. Es por eso que trabajé con legisladores en Albany para aprobar un paquete histórico de seguridad de armas menos de un mes después del ataque en Buffalo, que fortaleció nuestras leyes de armas existentes y cerró lagunas críticas para ayudar a prevenir futuras tragedias.
Un año después, sabemos que estas leyes están ayudando a salvar vidas y que los neoyorquinos se sienten más seguros gracias a las medidas que hemos tomado para protegerlos como podemos.
En junio pasado, reforzamos nuestras leyes de bandera roja y ampliamos quién es elegible para solicitar órdenes de protección para mantener las armas alejadas de las personas que podrían ser un peligro para ellos mismos o para los demás.
Y apenas estamos comenzando. El presupuesto aprobado de este año refleja nuestro compromiso continuo de erradicar la violencia armada en el estado de Nueva York con $347 millones para iniciativas de prevención de la violencia armada basadas en evidencia, un aumento de $120 millones con respecto a la cifra histórica del año pasado.
Hemos incluido $36,4 millones para hacer crecer nuestra iniciativa Eliminación de la violencia relacionada con armas (GIVE) y $25 millones para ampliar nuestro programa de divulgación SNUG, que se enfoca en la participación comunitaria y el apoyo a los jóvenes que enfrentan traumas asociados con la exposición a largo plazo a la violencia armada.
También hemos asignado $70 millones sin precedentes para ayudar a las comunidades a responder a incidentes de violencia armada, incluidos $50 millones para necesidades de capital de la comunidad.
Existe una correlación directa entre las leyes de armas de sentido común y las vidas salvadas. La evidencia es clara: los estados con leyes de armas más estrictas tienen tasas más bajas de muertes por armas. Nueva York ahora tiene la cuarta tasa más baja de muertes por armas de fuego en el país, cuatro veces más baja que Texas.
Pero todavía hay más por hacer. Mientras esperamos las leyes nacionales sobre armas que tanto se necesitan, los estados deben intensificar y hacer más. Por eso sigo luchando hoy por las soluciones que necesitamos para salvar vidas mañana.
