Por qué no se debens guardar los frutos secos en un armario

Salud

pesar de su apariencia, los frutos secos son alimentos bastante vulnerables. Ya sea que tus favoritos sean los pistachos, las almendras o las nueces, conservarlos adecuadamente requiere algunos conocimientos que tal vez estés pasando por alto.

Frascos, cajas, bolsas… Los recipientes para estos alimentos tan socorridos (y ricos para nuestro organismo) pueden ser muchos, pero no siempre nos preguntamos cuál es el mejor o, en otras palabras, cuál es la mejor manera de que mantengan todas sus propiedades.

Si alguna vez los has comprado envasados, es probable que hayas leído en palabras del proveedor que debes dejarlos en un lugar fresco, seco y alejado de la luz solar directa.

Así, es habitual que nos decantemos por algún armario de la cocina, pero aunque este sea fresco, seco y alejado de la luz solar directa, resulta que hay opciones más adecuadas. 

Aquí aguantan hasta un año

Lo primero que debes saber es que las nueces, almendras, avellanas y otras semillas oleaginosas están compuestas de ácidos grasos insaturados, y estos las hacen vulnerables a las variaciones de temperatura y luz.

Dentro de un armario, los frutos secos seguirán expuestos al oxígeno y al calor, incluso a la luz si se trata de uno que abrimos con frecuencia.

Es por eso que, pese a todos tus esfuerzos, se vuelven rancios en poco tiempo. ¿Cuál es la solución? Un lugar mucho más frío.

Ese lugar no es otro que tu frigorífico. Dentro, podrás conservar tus frutos secos con y sin cáscara durante meses. Eso sí, para ello debes elegir recipientes herméticos adecuados. Además, también puedes optar por el congelador, donde se aguantarán en perfecto estado más de un año.

En este caso, ajusta la temperatura a, al menos, -18°C . No solo no perderán sus propiedades, sino que por su bajo contenido en agua, los frutos secos tampoco perderán su sabor. 

La importancia de su consumo

Un estudio reciente ha encontrado que una dieta que contiene grasas insaturadas, como las que se encuentran en algunos frutos secos como las nueces, tiene efectos de pérdida de peso similares a los de una dieta más baja en grasas y alta en carbohidratos.

Dirigida por Cheryl Rock, profesora de la Escuela de Medicina de San Diego de la Universidad de California, la investigación también ha demostrado que mantener una dieta rica en nueces y sus grasas poliinsaturadas reduce factores de riesgo que afectan la salud del corazón, como por ejemplo el colesterol. 

Al respecto de los resultados, publicados en el Journal of the American Heart Association, Rock apunta que «teniéndolos en cuenta, así como investigaciones previas en torno a las nueces, la salud del corazón y el peso, hay que subrayar el beneficio de comer un puñado de estos frutos secos al día».