La producción empresarial de Estados Unidos aumentó en octubre cuando el sector manufacturero salió de una contracción de cinco meses gracias a un repunte de los nuevos pedidos, y la actividad de servicios se aceleró modestamente en medio de señales de alivio de las presiones inflacionarias.
S&P Global dijo el martes que su índice preliminar compuesto de gerentes de compras de Estados Unidos, que sigue los sectores manufacturero y de servicios, subió a 51,0 en octubre -un punto por encima del nivel de 50 que separa la expansión y la contracción- desde una lectura final de septiembre de 50,2. Fue el nivel más alto desde julio.
Fue la señal más reciente de que la economía estadounidense está resistiendo el aumento de las tasas de interés impulsado por la campaña de la Reserva Federal para combatir la inflación.
El crecimiento ha persistido durante todo el año, incluso cuando la mayoría de los economistas hasta hace poco esperaban que los aumentos de tasas de 5,25 puntos porcentuales de la Reserva Federal desde marzo de 2022 desencadenaran una recesión y un aumento del desempleo.
A finales de esta semana, el Departamento de Comercio presentará su cuadro de mando de la actividad económica para el tercer trimestre, y los economistas encuestados por Reuters estimaron que el crecimiento del producto interno bruto fue el más rápido en casi dos años en el período de julio a septiembre. La encuesta de S&P Global sugiere que el impulso se ha mantenido hasta el inicio del cuarto trimestre.
«Las esperanzas de un aterrizaje suave para la economía estadounidense se verán alentadas por la mejora de la situación observada en octubre», dijo en un comunicado Chris Williamson, economista jefe de negocios de S&P Global Market Intelligence. «La encuesta S&P Global PMI ha estado entre los indicadores económicos más pesimistas de los últimos meses, por lo que el repunte en el crecimiento de la producción estadounidense señalado al comienzo del cuarto trimestre es una buena noticia».
El PMI manufacturero de la encuesta subió lentamente hasta el nivel de equilibrio de 50, su nivel más alto desde abril y rompió una contracción superficial en el sector que había comenzado en mayo.
La expectativa media entre los economistas encuestados por Reuters era una lectura de 49,5.
Los nuevos pedidos manufactureros aumentaron por primera vez en seis meses y fueron los más altos desde septiembre de 2022.
En el lado de la economía de servicios, mucho más grande, la actividad también desafió los pronósticos de una modesta desaceleración, ya que el PMI de ese sector llegó a un máximo de tres meses de 50,9 este mes frente a 50,1 en septiembre y frente a una estimación media de una encuesta de Reuters de 49,8.
En un acontecimiento que será bienvenido por los responsables de las políticas de la Fed en su lucha contra la inflación, los costos del sector de servicios crecieron a su ritmo más lento en tres años, mientras que los proveedores de servicios aumentaron los precios por el margen más pequeño desde la primavera de 2020, poco después de que estalló la pandemia de coronavirus.
«El indicador de precios de venta de la encuesta ahora está cerca de su promedio de largo plazo antes de la pandemia y es consistente con una inflación general que caerá cerca del objetivo del 2% de la Reserva Federal en los próximos meses, algo que parece probable que se logre sin que la producción caiga en contracción». Dijo Williamson.
La inflación ha disminuido notablemente desde que alcanzó su tasa máxima en junio de 2022, pero la trayectoria descendente ha sido desigual en los últimos meses, y a los funcionarios de la Fed les preocupa que las presiones sobre los precios de los servicios estén resultando especialmente duras.
Otros datos recientes han mostrado avances en ese frente, con una medida «superbásica» de inflación -los costos de los servicios excluyendo la energía y la vivienda- que aumentaron en agosto al mínimo en 13 meses.
El Departamento de Comercio informará la cifra de septiembre el viernes.
Por muy constructivos que puedan ser los datos recientes para las perspectivas económicas, Williamson dijo que el reciente estallido de violencia en Medio Oriente presenta un riesgo a la baja para el crecimiento y riesgos al alza para la inflación.
