Sundown Out town de Ashton a Hialeah

Columnistas

Ramón Velásquez Gil

Ciertamente ocurre que todo cambia con el tiempo, nada es constante.

Hasta no hace mucho tiempo, en algunos pueblos y ciudades de los Estados Unidos se practicaba esta norma de Sundown out town, lo cual significaba que, toda aquella persona que no fuere de origen blanco europeo debería salir de la Ciudad a la Puesta del Sol.

Esta norma se basaba en que la noche era muy propicia para cometer delitos y fechorías por parte de aquellas personas no blancas europeas ( según ellos) que venían a trabajar a esos pueblos y a ejercer labores que los “blancos” no podían o no querían hacer. La mayoría de estos pueblos y ciudades tenían una economía netamente agrícola cuyas labores de campo eran bastante fuertes y por ello necesitaban esa mano de obra “no blanca” para trabajar, pero no para convivir con ellos.

No obstante, mucha de esa mano de obra era proveniente de países con mucha descendencia española y portuguesa y por tanto con piel igual o más blanca que ellos. Estas normas estuvieron vigentes hasta hace solo algunas décadas, pero afortunadamente las nuevas generaciones han dejado de lado ese absurdo racismo y hoy día puede convivir normalmente todo el que quiera, siempre y cuando se respeten las leyes nacionales y estatales, por supuesto.

Ahora bien, en el estado de Florida, hay una ciudad donde existe una situación totalmente a la inversa de lo antes señalado. Esta ciudad lleva por nombre Hialeah con una población ética casi el cien por ciento latina.

Esta ciudad comenzó hace algunas décadas, como un pequeño asentamiento de cubanos que en muy pocas cantidades buscaban una mejor vida que en el régimen de Fulgencio Batista.  Pero con la llegada de Fidel Castro y su revolución comunista, a partir del año mil novecientos sesenta se produjo una diáspora en la que comenzaron a salir cientos de miles de cubanos de la isla y todos con un destino común: Miami.

Es así como todos los cubanos que iban llegando y por aquello de que el idioma oficial en el estado de Florida es el inglés, buscaban asentarse donde estuviese su gente y es entonces cuando el pequeño asentamiento de Hialeah empieza a crecer con gran rapidez.

A Dios gracias el estado de Florida tiene una topografía bastante plana y con mucha tierra baldía, lo cual, junto con las estrictas normas de construcción de los EE.UU facilitó la edificación de esta bonita ciudad ajustada a las normas nacionales de construcción, siendo hoy día una próspera ciudad, con bonitas avenidas y calles.

Pero, siempre hay un pero; teniendo Hialeah una pequeñísima población de ciudadanos norteamericanos que tal vez llegue a solo un uno por ciento, solo se habla español en dicha ciudad y está casi que prohibido hablar inglés allí.

Existe un caso muy conocido, de una pareja norteamericana que llegó a la ventanilla de una conocida cadena de hamburguesas, a solicitar comida.

Cuando se expresaron en inglés, la chica que atendía les preguntó que sí hablaban español. Al estos contestarles que no, la muchacha les respondió que no podía atenderlos y los mandó a salir de la fila.

La pareja, muy disgustada se quejó a la policía pero estos, les respondieron que nada podían hacer pues en esta ciudad, extraoficialmente solo se hablaba español y hasta ahí llegó el asunto.

En mi opinión, son estas diferencias y cruces de razas, lo que hacen de los Estados Unidos de Norteamérica un gran país. 

Saludos