Suplementación con vitamina D reduce riesgo de eventos cardiovasculares en adultos mayores

Salud

El accidente cerebrovascular y la enfermedad coronaria son las dos causas más comunes de muerte en el mundo, y el envejecimiento aumenta el riesgo de ambos eventos. Estudios previos han indicado que la vitamina D influye en las enfermedades cardiovasculares.

Un estudio reciente de BMJ analiza los resultados de un ensayo de control aleatorizado (ECA) para evaluar el efecto dependiente de la dosis de la suplementación con vitamina D en la incidencia de eventos cardiovasculares importantes en adultos mayores.

Antecedentes

Dentro del sistema vascular, la mayoría de las células que expresan el receptor de vitamina D también expresan 1α-hidroxilasa y pueden convertir la 25-hidroxivitamina D (25(OH)D) en calcitriol, la forma activa de la vitamina D.

El calcitriol tiene varias funciones biológicas importantes incluyendo la reducción de la inflamación, la inhibición de la proliferación del músculo liso vascular y la regulación del sistema renina-angiotensina-aldosterona.

Un metanálisis de ECA indicó que la suplementación con vitamina D fue ineficaz para prevenir eventos cardiovasculares. Sin embargo, este resultado fue contradicho por el Ensayo de la Iniciativa de Salud de la Mujer, que incluyó mujeres participantes y una dosis baja de vitamina D.

El ensayo D-Health se lanzó para evaluar si la suplementación mensual con vitamina D mejora los resultados de salud de los adultos mayores.

Aunque un análisis anterior que utilizó la cohorte D-Health informó que la suplementación con vitamina D no redujo la mortalidad por enfermedad cardiovascular o la mortalidad por todas las causas, no se determinó su efecto sobre la incidencia de eventos cardiovasculares mayores.

Sobre el estudio

El estudio actual utilizó datos del ensayo D-Health para investigar si la suplementación con vitamina D en adultos australianos mayores de 60 años influía en la incidencia de eventos cardiovasculares importantes.

El D-Health Trial es un ECA doble ciego controlado con placebo con dos brazos paralelos. La cohorte del ensayo D-Health incluyó adultos de todos los estados y territorios australianos, excepto el Territorio del Norte, que tenían entre 60 y 84 años de edad.

Se excluyeron los participantes con antecedentes de hiperparatiroidismo, hipercalcemia, cálculos renales, sarcoidosis, osteomalacia o que recibían suplementos de vitamina D superiores a 500 UI.

Se utilizó la aleatorización de bloques permutados generados por computadora para asignar a los participantes en una proporción de 1:1 en dos grupos al azar. Un grupo recibió 60 000 UI de vitamina D3 (colecalciferol), mientras que los otros recibieron tabletas de placebo. Tanto las tabletas de vitamina D3 como las de placebo eran idénticas en apariencia.

Cada año, los participantes del estudio recibieron 12 tabletas y se les pidió que tomaran una al comienzo de cada mes. Cada participante recibió esta intervención durante cinco años, desde febrero de 2015 hasta febrero de 2020.

Al inicio del estudio, los participantes completaron un cuestionario que proporcionaba información sobre condiciones de salud preexistentes, factores sociodemográficos y de estilo de vida y patrones dietéticos. También se informaron eventos cardiovasculares, incluidos infarto de miocardio, accidente cerebrovascular o revascularización coronaria, de los participantes.

Hallazgos del estudio

Un total de 21 315 participantes fueron elegibles para el ensayo D-Health. Algunos participantes abandonaron el ensayo por motivos personales, mientras que otros fueron eliminados por datos incompletos.

Finalmente, se consideraron 21.302 participantes, 10.658 en el grupo Vitamina D y 10.644 en el grupo placebo. Un total de 866 candidatos murieron antes de la finalización del estudio.

Alrededor del 80% de los participantes informaron haber tomado al menos el 80% de las tabletas del estudio. La concentración sérica media de 25(OH)D del grupo de placebo y vitamina D fue de 77 nmol/L y 115 nmol/L, respectivamente. Se informaron eventos adversos similares en ambos grupos.

Durante el período de seguimiento, se observaron 1.336 eventos cardiovasculares importantes, incluido el 6 % y el 6,6 % de los grupos de vitamina D y placebo, respectivamente. Este hallazgo indica una menor incidencia de eventos cardiovasculares, particularmente infarto de miocardio y revascularización coronaria, en el grupo de vitamina D en comparación con el grupo de placebo.

Aunque los individuos tratados con estatinas u otros fármacos cardiovasculares al inicio del estudio o aquellos con niveles más altos de vitamina D tuvieron mejores resultados, estos efectos no fueron clínicamente significativos. Se encontró que el efecto de la vitamina D sobre los eventos cardiovasculares es independiente del sexo, la edad o el índice de masa corporal.

Conclusiones

La amplia cohorte de estudio de más de 21 000 participantes es la fortaleza clave de este ensayo. La alta retención y adherencia a la intervención son otras ventajas de este estudio.

El estudio actual identificó eventos cardiovasculares y resultados de mortalidad utilizando datos integrales vinculados a fuentes de datos administrativos basados en la población. Sin embargo, es posible una subestimación marginal de los eventos cardiovasculares debido a la falta de datos de hospitales privados, particularmente de Tasmania y Australia del Sur.

A pesar de esta limitación, los hallazgos del estudio indican que la suplementación con vitamina D en adultos mayores podría reducir la incidencia de eventos cardiovasculares mayores, en particular la revascularización coronaria y el infarto de miocardio.