El secretario de Estado de EE. UU., Antony Blinken, le dijo a CNN que EE. UU. está tratando de fortalecer las “líneas de comunicación” con China para evitar conflictos entre las dos superpotencias.
“Estamos trabajando para darle algo de estabilidad a la relación, para ponerle un piso a la relación, para asegurarnos de que la competencia en la que estamos no entre en conflicto”, dijo Blinken a Fareed Zakaria de CNN en una entrevista que se transmitió el domingo. Un conflicto, agregó el secretario, “no sería de nuestro interés, ni de su interés ni de nadie más”.
Blinken, quien habló al margen del Foro de Seguridad de Aspen en Colorado, realizó un viaje muy esperado a China el mes pasado, convirtiéndose en el primer secretario de Estado en viajar al país en cinco años y el funcionario estadounidense de mayor rango en realizar una misión de este tipo desde que el presidente Joe Biden asumió el cargo en 2021.
Su visita fue seguida por viajes similares de otros funcionarios de alto nivel de la administración Biden, incluida la secretaria del Tesoro, Janet Yellen, y el enviado climático de Estados Unidos, John Kerry.
“No estábamos hablando mucho antes. Ahora somos. Tenemos diferentes grupos que están comprometidos, o a punto de comprometerse, en temas discretos… que son problemas… en la relación donde creo que podemos, creo, llegar a una resolución”, dijo Blinken. “Estos son los primeros días. La prueba estará en los resultados”.
Después de días de conversaciones con altos funcionarios chinos en Beijing, Blinken promocionó que se habían logrado «progresos» para encaminar las relaciones nuevamente.
Las dos potencias mundiales han estado cada vez más en desacuerdo sobre una serie de temas que van desde los estrechos vínculos de Beijing con Moscú hasta los esfuerzos estadounidenses para limitar la venta de tecnologías avanzadas a China.
A principios de este año, un globo de vigilancia chino que se detectó flotando a través de los EE. UU. y se cernía sobre sitios militares sensibles antes de ser derribado por un avión de combate estadounidense hizo que las relaciones cayesen a un nuevo mínimo y provocó que Blinken cancelara una visita anterior a Beijing.
“Fui muy claro con mis homólogos chinos”, dijo Blinken a Zakaria, refiriéndose a su viaje el mes pasado. “Seguiremos haciendo y diciendo cosas que a China no le gustarán al igual que seguirán haciendo y diciendo cosas que no nos gustarán a nosotros”.
“La prueba para nosotros es si podemos manejar nuestro camino a través de eso, para asegurarnos de que mantenemos estas líneas de comunicación, que continuamos hablando y que trabajamos, como dije, tanto para lidiar con las diferencias como para ver si podemos cooperar”, dijo el secretario.
CNN informó anteriormente que uno de los problemas clave que no se resolvió durante el viaje de Blinken fue la restauración de las comunicaciones de ejército a ejército entre EE. UU. y China. Los contactos entre los principales funcionarios militares de los países siguen congelados, y el ministro de Defensa chino, Li Shangfu, continúa bajo la sanción de EE. UU. desde 2018 por la compra de armas rusas por parte del Departamento de Desarrollo de Equipos de China, del cual Li estaba a cargo en ese momento.
Cuando Zakaria le preguntó si EE. UU. debería levantar la sanción para aliviar las tensiones, Blinken dijo: “Esas sanciones no impiden que el ministro se comprometa o que nosotros nos comprometamos con él”, y agregó que “es una decisión política, en efecto, que China decida si debe o no participar”.
China rechazó una reunión entre el secretario de Defensa de EE. UU., Lloyd Austin, y Shangfu durante un foro de seguridad en Singapur a principios de este año, aunque los dos hablaron brevemente.
“Hemos dejado muy claro que creemos que es una responsabilidad tener estos contactos de militar a militar, tener este diálogo, especialmente para evitar cualquier error de cálculo, cualquier percepción errónea de lo que estamos haciendo cada uno”, dijo Blinken. “Entonces, veremos qué opina China sobre esto”.
En el frente de Ucrania, Blinken le dijo a Zakaria que Rusia “ya ha perdido” la guerra “en términos de lo que Rusia buscaba lograr y lo que (Vladimir) Putin buscaba lograr”.
“El objetivo era borrar a Ucrania del mapa, eliminar su independencia, su soberanía, subsumirla en Rusia. Eso fracasó hace mucho tiempo”, dijo el secretario.
Blinken reconoció que la misión de Ucrania de recuperar el territorio capturado por Moscú sería “una lucha muy dura”. Predijo que la contraofensiva contra Rusia continuaría durante “varios meses”.
Sin embargo, dijo, junto con la ayuda, el equipo militar y el entrenamiento que Ucrania está recibiendo de varios países, la causa de Kiev representa “el elemento decisivo”.
“A diferencia de los rusos, los ucranianos luchan por su tierra, por su futuro, por su país, por su libertad”, dijo Blinken.
