La piel es el mayor órgano de nuestro cuerpo. Mide alrededor de 1,8 y 1,6 metros cuadrados en el hombre y la mujer promedios, respectivamente. Cuenta con células receptoras que responden al dolor, al tacto y a la temperatura. Constituye la principal defensa del organismo contra el calor, el frio y los traumatismos, así como, con las toxinas, las sustancias químicas y los contaminantes.
Sin embargo, la piel tiene un enemigo potencial: el sol. La mayoría de la gente desconoce el daño que puede causar el sol en la piel. Sus efectos son acumulativos y pueden conducir a un cáncer subcutáneo. De hecho, el Manual Merck dice que el cáncer de piel es el más frecuente de todos y entre muchos factores relevantes están la altitud, la latitud, la nubosidad y el estado de la capa de ozono, pero el principal culpable posiblemente sea la exposición excesiva al sol.
Por esta razón, debemos cultivar hábitos saludables frente al sol y se deben aprender desde la infancia. Aquí te mostramos unas sugerencias para contrarrestar los efectos dañinos de los rayos solares:
- Evitar la exposición del sol en horas centrales del día ( entre las 12 pm y las 4 pm)
- Beber dos litros de agua por día.
- Utilizar protectores solares de amplio espectro.
- Al salir llevar lentes y sombreros.
- Mantener una dieta equilibrada sobre todo consumir más frutas y verduras.