Hay posibilidades de tratar el cáncer de próstata tomando hormonas

Salud

Una nueva investigación llevada a cabo por investigadores de la Universidad de Texas en San Antonio ha desvelado claves que podrían ser esenciales para tratar mejor y más rápido el cáncer de próstata, el más común entre los hombres.

La clave de la investigación está en cómo interactúan con nuestros genes diversas hormonas (que son capaces de activar y desactivar partes de nuestro ADN dependiendo de su concentración).

En particular, el estudio se ha centrado en los receptores androgénicos, que son los que detectan la cantidad de hormonas propias de los hombres (como la testosterona), y que tienen la función esencial de desarrollar sus características sexuales.

Los investigadores, en su estudio, especificaron los niveles óptimos de esos receptores androgénicos necesarios para desarrollar una buena función hormonal en nuestro organismo.

Como explican, «las interacciones de estas sustancias implican la unión de diversas moléculas para regular la expresión de los genes». Por consiguiente, especifican, la alteración de esos niveles (y, por tanto, de su efecto en otras moléculas) puede ser la causa del desarrollo de diversas enfermedades, entre ellas el cáncer de próstata.

Los resultados proporcionan información acerca del potencial que pueden tener estrategias terapéuticas para tratar el cáncer de próstata.

Los resultados muestras que alterar los condensados de andrógenos impide la función de los receptores de estas moléculas.

El trabajo muestra la importancia mayúscula de mantener los niveles óptimos de interacciones polivalentes para conseguir los resultados deseados.

Además, colectivamente, nuestros resultados revelan que la alteración de esa maquinaria precisa de proteínas y hormonas puede tener especial relevancia en las patologías del ser humano. 

Estos resultados, continúa el doctor, pueden tener gran relevancia de cara al futuro. Este equilibrio podría ser el objetivo clave para conseguir tratar mejor el cáncer de próstata. A día de hoy, por suerte para millones de hombres en todo el mundo, a pesar de ser el cáncer más común, también es el más tratable (a lo que ayuda que su avance sea tan lento).

A pesar de eso, los nuevos avances pueden, en un futuro, acelerar el tratamiento, reducir el riesgo y evitar los efectos secundarios asociados a él, al menos en gran medida.