La buena alimentación contrarresta enfermedades asociadas a la obesidad

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Algunas tendencias en las que se conjuga no solo la búsqueda de una alimentación saludable sino la posibilidad de alimentarse adecuadamente en el difícil mundo de hoy, muestran que los consumidores buscan alimentos menos procesados con aspecto y calidad similares a los recién preparados.

En ese sentido, se han desarrollado tecnologías enfocadas hacia el mantenimiento o la conservación de alimentos, cuyo objetivo es la búsqueda de tratamientos térmicos alternativos y en el desarrollo de tratamientos no térmicos de conservación, con el fin de conseguir productos más sanos, con mayor vida útil, y a la vez ofrecer al consumidor alimentos con mínimo procesamiento.

Estos tratamientos incluyen pulsos eléctricos que se basa en la exposición de un alimento a un campo eléctrico, logrando la muerte de microorganismos por destrucción de la membrana celular, altas presiones en los que la elevada presión hidrostática tiene efectos de esterilización parcial obteniéndose productos de óptima calidad microbiológica con pocas modificaciones en el aroma, sabor y el valor nutritivo.

Alimentos funcionales

De acuerdo con algunos especialistas, los alimentos funcionales, son aquellos que contienen ciertos minerales, vitaminas, ácidos grasos, fitoesteroles, fibra, sustancias antioxidantes, los alimentos modificados y enriquecidos en este tipo de sustancias y los probióticos como el yogurt.

Se han descrito efectos beneficiosos del uso de estos alimentos en el crecimiento y desarrollo, metabolismo o utilización de nutrientes, defensa antioxidante, sistema cardiovascular, fisiología o funcionamiento intestinal y funciones psicológicas y conductuales.

Aunque son reconocidos a nivel global, es necesario definir adecuadamente y normar sobre los alimentos funcionales, para evitar confusiones en el público general y establecer claramente de que se trata y que beneficios pueden obtenerse al usar estos alimentos.

Por lo que se propone que cada país o región debe regular las alegaciones sanitarias, es decir, la información dirigida al consumidor sobre los efectos favorables que este tipo de alimentos ejercen para la nutrición y para la prevención de enfermedades.

Proteínas una alternativa nutricional

En la alimentación del futuro existirá un menor consumo de alimentos ultraprocesados y proteínas animales a favor de alternativas proteicas. Habrá nuevas fuentes de dulzor naturales y con menos calorías e ingredientes naturales ricos en bioactivos y que puedan usarse como conservantes naturales o como fortificantes.

También, se utilizarán nuevos ingredientes que podrían cambiar la forma en que se generan los alimentos. Algunos de ellos podrían ser proteínas alternativas, ingredientes obtenidos por procesos biotecnológicos, fibras alimentarias alternativas, nuevas grasas de origen vegetal, según los especialistas.

Existen numerosas evidencias científicas que relacionan el seguimiento de un estilo de vida saludable, en el que se priorice el consumo de alimentos de origen vegetal, con la prevención e incluso disminución del riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, diabetes, hipertensión, etcétera.

El papel de las nuevas tecnologías

Actualmente, los consumidores están más conscientes de la relación alimento-salud, son multiculturales, tienen menos tiempo y disposición para preparar alimentos y son también más exigentes, demandando productos de mayor calidad.

Las demandas del consumidor se orientan a productos de fácil y rápida preparación, menos procesados, sabrosos, naturales (sin conservantes, aditivos naturales), frescos, saludables, seguros y de mayor vida útil, según García.

Las nuevas tecnologías que ya son una realidad, pues nos colocan en un futuro muy cercano, en términos de nutrición individual, frente a una la alimentación personalizada, única y especial. Finalmente, esta se basa en alimentos inteligentes y se administra de acuerdo con el requerimiento de cada individuo en un momento dado del día y de su ciclo de vida.