¿La vaginosis bacteriana recurrente afecta la calidad de vida?

Salud

La vaginosis bacteriana (VB) es una afección vaginal relativamente común en mujeres de entre 15 y 44 años. Esta infección bacteriana se manifiesta de forma recurrente a pesar del tratamiento antibiótico. No hay muchas estrategias terapéuticas disponibles que prevengan esta ocurrencia.

Antecedentes

Varios estudios han indicado que las mujeres se muestran reacias e insatisfechas a realizar tratamientos repetidos con antibióticos. También es un inconveniente someterse a frecuentes pruebas de diagnóstico de vaginitis, lo que requiere un examen vaginal por parte de personal capacitado.

La aparición recurrente de VB también aumenta el riesgo de enfermedad pélvica inflamatoria, infecciones de transmisión sexual, trabajo de parto prematuro e infertilidad.

En la actualidad, la VB se trata con 500 mg de metronidazol oral durante un período de 7 días, dos veces al día. Sin embargo, varios efectos secundarios, como vómitos, náuseas y otros problemas gastrointestinales, están asociados con el tratamiento con metronidazol.

Las terapias actuales, como el metronidazol intravaginal, el metronidazol oral y la clindamicina intravaginal, no logran restablecer la microflora vaginal normal.

Investigaciones recientes indicaron que los prebióticos, en combinación con el tratamiento antibiótico de la VB, podrían ser una estrategia eficaz para prevenir infecciones recurrentes. Otra terapia que mostró un resultado positivo en la prevención de la recurrencia de la VB está asociada con la introducción de Lactobacillus crispatus (LACTIN-V) en la vagina.

El desarrollo de biopelículas vaginales limita la eficacia del tratamiento con antibióticos. Por ejemplo, Gardnerella vaginalis, que es una especie bacteriana que se encuentra comúnmente en la aparición recurrente de VB, produce una biopelícula vaginal. Por lo general, la infección vaginal con formación de biopelículas tiende a persistir durante un período prolongado porque los antibióticos no logran eliminar completamente las bacterias.

Curiosamente, se ha visto que el tratamiento con lactobacilos previene la formación de biopelículas y sintetiza metabolitos, como el peróxido de hidrógeno, que posee propiedades antimicrobianas y, por lo tanto, erradica eficazmente el patógeno.

Sobre el estudio

Es importante entender cómo las mujeres están abiertas a iniciar terapias alternativas para prevenir la incidencia recurrente de VB. Un estudio reciente de BMC Women’s Health realizó una encuesta para comprender cómo la VB afecta la calidad de vida de las mujeres y qué tratamiento recibieron.

Los autores realizaron una encuesta en línea entre septiembre de 2021 y marzo de 2022 basada en participantes adultos de habla inglesa que eran mujeres por nacimiento y padecían VB recurrente.

En este estudio, los participantes fueron reclutados a través de múltiples métodos, incluida la participación previa en los estudios SUBVert y LACTIN-V, el sitio web ResearchMatch y anuncios en StudyKik.

Para este estudio, los autores obtuvieron toda la información relevante de los participantes, como la frecuencia de los episodios de VB, la demografía, los tipos de parejas sexuales, el impacto de la VB en la calidad de vida, los tipos de tratamiento de VB recibidos y las preferencias por los tratamientos de VB. Las respuestas de los participantes se basaron en una escala Likert de cinco puntos.

Recomendaciones

Un total de 62 personas participaron en esta encuesta. Alrededor de dos tercios de los participantes tenían entre 31 y 50 años y pertenecían a diferentes orígenes étnicos, como blancos (46,7%), latinos (22,5%), negros (14,5%) y otros (16,3%).

La mayoría de las mujeres menstruó en el último año y solo el 32% estaba bajo terapia hormonal para la anticoncepción u otras condiciones médicas.

La mayoría de las mujeres con VB experimentaron olor vaginal, flujo vaginal e irritación/picazón, mientras que algunas mujeres también se quejaron de dolor durante las relaciones sexuales, manchado entre los ciclos menstruales y calambres.

La cohorte del estudio incluyó mujeres que experimentaron candidiasis vaginal, tricomonas, herpes, virus del papiloma humano (VPH) y gonorrea, en algunas fases de su vida. Todos los participantes recibieron tratamientos antimicrobianos para la VB que incluyeron metronidazol oral y tinidazol, y gel vaginal de metronidazol.

En particular, más de la mitad de la cohorte del estudio usó probióticos, es decir, Lactobacillus sp por vía oral o administrados por vía intravaginal, y un tercio recibió tratamiento vaginal con ácido bórico.

Solo el 23 % de los encuestados había oído hablar del tratamiento con Lactobacillus crispatus.

El estudio actual observó que la mayoría de los participantes probablemente probarían terapias alternativas, como prebióticos, jugo de arándano, ácido fólico, té de hojas de frambuesa, probióticos intravaginales, Vagisil, ducha de peróxido de hidrógeno diluido, copa menstrual, aceite de coco, aerosol ACV, y gel refrescante. Sin embargo, el uso de probióticos para prevenir la aparición repetitiva de VB se ha vuelto popular recientemente.

Se observó que el 66 % de las mujeres informó que la VB tuvo un impacto negativo en su calidad de vida general.

La mayoría también reveló que la VB afectó negativamente su salud mental. Además, algunos participantes afirmaron que la VB afectó su salud física y sus interacciones sociales con otras personas.

Se observó que la mayoría de las mujeres que se vieron afectadas negativamente por la VB, particularmente en la calidad de vida general, la salud mental y la salud sexual, estaban bajo los probióticos Lactobacillus.

Las mujeres con VB que recibieron tratamiento con ácido bórico no experimentaron ninguna salud mental adversa, interacciones sociales ni salud física. Sin embargo, este grupo de mujeres experimentó una salud sexual adversa.

Conclusión

El estudio actual tiene algunas limitaciones, incluido el pequeño tamaño de la muestra y el hecho de que la mayoría de los participantes pertenecían a una sola ciudad, a saber, San Diego.

A pesar de estas limitaciones, este estudio documentó que las mujeres con VB que se sometieron a terapias alternativas, como el ácido bórico y los probióticos Lactobacillus, fueron las que sufrieron un impacto más negativo. Por lo tanto, existe la necesidad de productos de ácido bórico y probióticos comerciales estandarizados para obtener mejores resultados clínicos.