El arresto del periodista estadounidense, del Wall Street Journal ha provocado protestas internacionales y una mayor condena del presidente ruso, Vladimir Putin, en su último intento por aumentar las tensiones con Occidente.
El primer ministro Rishi Sunak criticó ayer la detención y su portavoz dijo: “Estamos hombro con hombro con Estados Unidos, que lidera los esfuerzos para liberar al señor Gershkovich”.
El presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, había enviado un mensaje claro a Putin el viernes, diciendo: “Déjalo ir”.
Hasta 20 años de cárcel
Evan Gershkovich fue arrestado por el Servicio de Seguridad Federal, los odiados sucesores de la KGB, el miércoles de la semana pasada mientras realizaba un reportaje en la ciudad de Ekaterimburgo, en el centro de Rusia , enfrenta una condena de hasta 20 años en una cárcel rusa , por falsos cargos de espionaje en otro asalto del Kremlin a la libertad de prensa
En un tribunal de Moscú , el día anterior, Evan, de 31 años, fue acusado de espionaje, acusado de recopilar información sobre una empresa de defensa rusa.
Su editora en jefe, la ejecutiva británica Emma Tucker, negó ferozmente las acusaciones y dijo: “Es una completa tontería. Evan estaba haciendo lo que hacen los reporteros”.
En una declaración adicional, dijo: “Evan es un miembro de la prensa libre que, hasta que fue arrestado, se dedicaba a recopilar noticias.
“Cualquier sugerencia de lo contrario es falsa.
“Su único propósito en su trabajo es capturar los problemas que ocurren en todo el mundo y arrojar luz sobre ellos para que el público pueda tomar decisiones informadas sobre cómo navegar el futuro”.
Blinken se comunicó con Lavrov
En una llamada telefónica al ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Sergey Lavrov, el sábado, el secretario de Estado de los Estados Unidos, Antony Blinken, lo instó a dejar en libertad a Evan.
La respuesta de Lavrov, con cara de piedra, fue decirle a los EE. UU. que no «montaran un escándalo» politizando el arresto de Evan.
Desde que Rusia invadió Ucrania en febrero del año pasado, los reporteros han arriesgado sus vidas para informar sobre el conflicto, incluido Evan, quien fue uno de los pocos reporteros sobre el terreno en el país devastado por la guerra.
Además de la guerra de Ucrania, su trabajo reciente ha incluido informes sobre la economía en crisis de Rusia y las protestas en Georgia, país de la antigua Unión Soviética .
Su colega Thomas Grove dijo: “Está siendo tomado como rehén, efectivamente. Por causas ajenas a él, está tras las rejas”.
Padres rusos
Evan nació en los Estados Unidos, pero sus padres, Ella y Mikhail, eran judíos exiliados que huyeron de la Unión Soviética en 1979. Como resultado de su herencia, creció hablando ruso con fluidez y viendo dibujos animados rusos.
Después de conseguir su primer trabajo en el New York Times, un colega lo alentó a usar sus habilidades lingüísticas para informar sobre Rusia.
En 2017 comenzó a trabajar en el Moscow Times y se sumergió en los antros y la cultura de la capital, donde sus amigos lo llamaban Vanya.
Se hizo un nombre por su hábito de hacer un esfuerzo adicional por una historia. Acampó durante días durante los incendios forestales en la región siberiana de Yakutia, mientras que otros corresponsales hacía tiempo que habían regresado a sus hoteles en Moscú.
