Seguridad psicológica en la formación en cardiología

Salud

Durante mucho tiempo se ha considerado que la formación en medicina es un proceso difícil, pero ahora destaca la cuestión de crear un entorno psicológicamente seguro para los médicos jóvenes como una manera importante de proporcionar un entorno de aprendizaje mejorado, que en última instancia conducirá a una mejor atención al paciente.

Y la cardiología es un campo que necesita trabajar más en esto.

Todos recordamos a los médicos que hicieron que nuestra experiencia de formación fuera memorable, que nos entusiasmaron por venir a trabajar y aprender, y que nos inspiraron a ser mejores.

Desafortunadamente, también recordamos los entornos de aprendizaje en los que estábamos aterrorizados, donde la prosperidad pasó a un segundo plano frente a la supervivencia y donde el aprendizaje pasaba a segundo plano».

En un artículo en JACC, publicado en versión electrónica el 31 de octubre de 2023, el Dr. Kulkarni planteó la pregunta: «¿Por qué algunos entornos de aprendizaje son mejores que otros y qué podemos hacer para mejorar el de nuestros alumnos?».

«Puede que algunas personas en algunas instituciones presten atención a esto, pero como campo en general podríamos hacerlo mejor».

El Dr. Kulkarni explicó que la seguridad psicológica es la comodidad de relacionarse con los demás de forma genuina, honesta y sin miedo.

Se ha definido como una «disposición a asumir riesgos interpersonales en el trabajo, ya sea para admitir un error, hacer una pregunta, buscar ayuda o simplemente decir ‘no sé'», o como «la percepción de que un entorno de trabajo es un lugar seguro para que los miembros del equipo expresen una preocupación, hagan una pregunta o reconozcan un error sin temor a la humillación, represalias, culpa o a ser ignorados».

En el entorno médico normalmente trabajamos en equipos: médicos mayores, médicos más jóvenes, enfermeras y otro personal, enumeró el Dr. Kulkarni para Medscape Noticias Médicas. «Un entorno psicológicamente seguro sería aquel en el que un alumno se sienta cómodo de hacer una pregunta sobre algo que no entiende.

Esa confianza proviene de la idea de que está bien equivocarse en algo o no saber algo y pedir ayuda.

«La otra cara de la moneda es un entorno en el que las personas tienen tanto miedo de cometer un error por temor a represalias o castigos que no se arriesgan o no reconocen abiertamente cuándo podrían necesitar ayuda con algo», explicó. «Ese sería un entorno psicológicamente inseguro».

Esto luce de manera diferente según el ambiente y la cultura del grupo, señaló, «pero en general, puedes saber si eres parte de un ambiente psicológicamente seguro porque estás emocionado de ir a trabajar y te sientes cómodo en el trabajo».

El Dr. Kulkarni añadió que un creciente cuerpo de literatura ahora muestra que la seguridad psicológica es fundamental para un aprendizaje óptimo, sin embargo, la formación cardiovascular plantea barreras únicas a la seguridad psicológica.

«Arrogante, poco amable y poco servicial»

En primer lugar, señaló que la naturaleza de «alto riesgo» de la cardiología llega a infundir miedo en algunos alumnos, pues es un área en la que usualmente las decisiones se toman de forma rápida y pueden tener consecuencias de vida o muerte. Así que no solo temen cometer errores, sino que el miedo llega a impedir que hablen o pidan ayuda cuando tienen dificultades o que emitan su retroalimentación en tiempo real.

En segundo lugar, en la medicina en general existe el estereotipo de que los cardiólogos pueden ser «arrogantes, poco amables y poco serviciales», lo que llega a disuadir a los nuevos colegas de una interacción honesta.

En tercer lugar, la cardiología implica muchas habilidades técnicas diferentes con las que los residentes tienen poca o ninguna experiencia previa; esto puede incrementar sensación de estar siendo juzgado por cometer errores o pedir ayuda.

Finalmente, la demografía puede ser un factor, ya que solo 1 de cada 8 cardiólogos en Estados Unidos son mujeres y solo 7,5% de los cardiólogos provienen de grupos minoritarios raciales y étnicos tradicionalmente subrepresentados, lo que, según el Dr. Kulkarni, puede conducir a una falta de seguridad psicológica debido a “prejuicios, microagresiones o incluso simplemente la falta de mentores con antecedentes similares”.

No obstante, cree que la cultura de la formación en cardiología está mejorando.

«Creo que está mejorando. Incluso el hecho de que pueda publicar este artículo es una señal positiva. Creo que ahora hay una audiencia para este tipo de cosas».

Considera que en parte la razón es la disponibilidad de investigaciones y evidencia que demuestran que hay mejores maneras de enseñar que los viejos enfoques tradicionales.

Añadió que algunos médicos docentes reciben capacitación sobre cómo enseñar y otros no, y esta es un área que podría mejorarse.

«Creo que ya se sabe cómo crear entornos psicológicamente seguros», afirmó. «Simplemente hay que estandarizarlo y publicitarlo. Eso mejoraría el ambiente de aprendizaje».

«Nada de esto es innovador», prosiguió. «Todos sabemos que existen entornos psicológicamente inseguros. La novedad es que ahora se está empezando a discutir. Es una de esas cosas en las que probablemente podemos mejorar la forma en que nuestros alumnos aprenden y el tipo de médicos que formamos con solo pensar un poco más cuidadosamente sobre la forma en que interactuamos unos con otros».

El Dr. Kulkarni compartió que los alumnos a menudo renuncian porque han tenido una experiencia negativa en la que se sintieron psicológicamente inseguros. «Es posible que abandonen la medicina por completo o que opten por seguir una carrera en una rama diferente, donde perciben un entorno psicológicamente más seguro».

También se sugirió que este problema podría afectar la atención al paciente. Si el equipo médico no proporciona un entorno psicológicamente seguro para los alumnos, es muy probable que ese equipo estudiantil no esté funcionando tan eficazmente, y es muy probable que los pacientes atendidos por ellos se hayan quedado sin la oportunidad de una mejor atención.

Los alumnos reconocieran errores o que comunicaran a sus superiores cosas que detecten que no están bien. Eso es algo que requiere cierto grado de seguridad psicológica.

Estrategias para mejorar

Se sugieren varias estrategias para promover la seguridad psicológica en la formación en cardiología.

Como primer paso, las instituciones deberían investigar la cultura del aprendizaje dentro de sus programas de residencia y recopilar comentarios de encuestas anónimas entre los residentes. Luego podrán implementar políticas para abordar las brechas.

se han creado documentos estandarizados que describen explícitamente las políticas para los médicos adscritos a los servicios de enseñanza, en los que establecen expectativas para todos los miembros del equipo, alientan a los residentes a pedir ayuda, establecen pautas para las conversaciones de retroalimentación con los residentes y delinean situaciones en las que se espera que llamen al médico adscrito.

Se recomendó que los cardiólogos involucrados en la enseñanza de residentes puedan probar varias estrategias para promover la seguridad psicológica.

Estas incluyen establecer expectativas claras sobre sus tareas y autonomía gradual, invitar a participar en las decisiones, reconocer que las lagunas en el conocimiento no son un fracaso personal sino más bien una parte normal del proceso de crecimiento, alentar a los residentes a buscar ayuda cuando la necesitan y fomentar relaciones con sus compañeros, reconociendo su propia incertidumbre en situaciones difíciles, controlando sus emociones después de situaciones desafiantes y buscando retroalimentación sobre su propio desempeño.

Agregó que también se necesitan cambios a mayor escala, como capacitar a los directores de programas de cardiología para incluir más sobre este tema y desarrollar mejores prácticas.

«Si como comunidad pudiéramos unirnos y acordar las cosas necesarias para crear un entorno psicológicamente seguro para el entrenamiento, sería una gran mejora».

Afrontar los desafíos de las diferentes generaciones

Hace veinte años haber planteado la idea de la seguridad psicológica en cualquier fase del entrenamiento probablemente habría sido recibido con un rechazo intergeneracional y desprecio total», escribieron, y agregaron: «Pedir a cardiólogos baby boomers que desarrollen habilidades para promover la seguridad psicológica, con solo una lista de elementos de acción para crear de repente entornos seguros, subestima los desafíos inherentes a la comprensión y la colaboración intergeneracional».

Muchos directores de programas de capacitación en cardiología son baby boomers, pero hay un grupo completamente nuevo de gente más joven que está llegando, y la forma en que manejan las cosas y se comunican es muy diferente».

La Dra. Lewis dio un ejemplo de que cuando estaba en formación, el médico adscrito era «el principio y el fin de todo» y no se esperaba que los residentes hicieran preguntas. «Creo que ahora hay más comunicación y voluntad de asumir riesgos y hacer preguntas».

Pero reconoció que como ahora todos están tan ocupados, establecer relaciones dentro de un equipo puede resultar difícil.

«Ya no tenemos la sala de médicos. Ya no nos sentamos a almorzar juntos. Ahora las computadoras están tomando el control, ya nadie habla entre sí», afirmó.

«Necesitamos tratar de conocernos y convertirnos en colegas. Cuando no conoces a alguien es fácil ser descortés; es más difícil cuando son amigos».

Señaló que la Mayo Clinic es una institución que está trabajando mucho en este tema, organizando grupos de médicos para que salgan a cenar juntos y se conozcan.

«Esto de unir socialmente a las personas ocurre en muchos lugares de trabajo y puede suceder en la medicina».

La Dra. Lewis, que ocupa algunos puestos de liderazgo en el American College of Cardiology (ACC), mencionó que la organización se está centrando en «oportunidades y desafíos intergeneracionales» para ayudar a mejorar la seguridad psicológica de los alumnos.

Al comentar que una encuesta reciente entre residentes médicos encontró que «los residentes contemporáneos tenían más probabilidades que sus predecesores de estar de acuerdo con las percepciones negativas de la cardiología», la Dra. Lewis apuntó que el American College of Cardiologytambién se está acercando a los residentes médicos, que pueden pensar que el área es un entorno hostil al que ingresar, y a grupos minoritarios de residentes médicos, como mujeres y minorías étnicas, para tratar de atraerlos y que se conviertan en residentes de cardiología.

«Si a los residentes les resulta difícil hablar porque se encuentran en esta situación de aprendizaje jerárquico, puede ser aún más difícil si sienten que pertenecen a un grupo minoritario».

«Necesitamos crear una cultura de colegas en lugar de perpetuar una cultura de nosotros y ellos, para tener una comunidad cardiovascular segura y próspera», finalizó.