En Porter House, una noche de delicias clásicas

El rinconcito newyorquino

MARF

Una tierna pareja que sigo en Instagram desde hace tiempo, suelen mostrar regularmente, a través de historias, cuando visitan uno de sus restaurantes favoritos acá en New York.

Como soy tan fan de ellos, pensé que sería interesante ir a comer en ese lugar que recomiendan cada vez que pueden, así que este fin de semana me reuní con un par de amigos y tuvimos una cena fancy en Porter House.

Me encantó el lugar; las tenues luces de sus lámparas y candelabros crean un ambiente muy íntimo, y sus preciosas mesas, bien distribuidas por el espacio, causan la sensación de ser los únicos allí.

El increíble menú nos presenta “clásicos estadounidenses” que incluyen ingredientes como mariscos, pastas, champiñones, brócoli y carnes, por supuesto.

En esta primera visita mis amigos y yo pensamos que sería ideal comer porterhouse, el platillo que le presta su nombre a este restaurante, una carne que parecía cocinada por ángeles y que decidimos acompañar con frescas hojas de espinaca, papas fritas que nunca pueden faltar y un buen vino para crear una cena perfecta.

Mi postre fue un cremoso helado de vainilla y caramelo que me hizo agradecer mi existencia apenas en el primer bocado.

Porter House no es un restaurante al que iría a comer con tanta frecuencia, pero está muy bien para alguna cita, encuentro laboral o para celebrar un cumpleaños tranquilamente en compañía de las personitas más especiales.

Debo hacer mención especial al servicio que recibimos y a la ubicación de nuestra mesa junto a la ventana que nos regaló vistas preciosas de la ciudad.

Pronto les traeré otra recomendación de este tipo de lugares más formales porque siempre son un buen plan para salir de la rutina.

IG: @porterhouse_ny

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