Mitos de la salud bucal: llagas y cáncer

Salud

Cuidar de nuestro bienestar y de nuestra salud es un camino complicado, especialmente desde la proliferación de Internet. Y es que los mitos de la salud, como los que relacionan llagas en la boca y cáncer, es otro de los escollos que debemos sortear gracias a una información veraz.

Las aftas, o llagas de la boca, son pequeñas lesiones en los labios muy molestas para el día a día. Nos impiden comer, hablar o hasta realizar con comodidad tareas cotidianas. Tanto las más pequeñas, de un milímetro, hasta las más grandes, que no superan el centímetro y pueden dejar cicatriz, suelen sanarse pasados siete días; pero hasta entonces son una tortura.

De cara a evitarlas, es recomendable tener una buena higiene bucal, seguir una dieta con bastantes frutas y verduras, además de vitamina C, y evitar comidas extremadamente calientes.

Si las sufrimos, podemos tratarlas con agua con sal o analgésicos y mucha paciencia. Asimismo, es recomendable alejarse del picante, la comida excesivamente caliente, las especias y los cítricos. Todos ellos son irritantes y pueden expandir la duración de la llaga, pese a que haya ciertos alimentos, como el limón, que supriman por momentos el dolor de estas laceraciones bucales.

No solo se presentan de manera individual, también lo pueden llegar a hacer en grupos pequeños, herpetiformes, pero es menos habitual. Ahora bien, ¿qué es lo que motiva la aparición de las aftas y qué origina relación entre llagas en la boca y cáncer?

Motivos por el que aparecen las aftas

  • Estrés;
  • lesión a causa de un cepillado excesivo,
  • mordeduras,
  • falta de vitamina B-12, ácido fólico o hierro,
  • presencia de helicobacter pylori,
  • enjuagues bucales con sulfato de sodio,
  • el tabaco,
  • y alergias alimentarias.

Relación entre llagas en la boca y cáncer

Aunque estas lesiones no tienen que significar una dolencia más peligrosa, hay ciertas ocasiones que sí se pueden atribuir a padecimientos graves. Esto ocurre cuando las aftas mayores no desaparecen por sí solas pasado más de siete semanas y surgen de manera espontánea, o bien aparecen en las encías.  Por lo que puede ser un indicio de:

  • Enfermedades intestinales inflamatorias, Crohn o la colitis ulcerosa.
  • SIDA (VIH).
  • Enfermedad de Behçet.
  • Cáncer de boca o estómago.

De esta manera, no es necesario entrar en pánico si nos mordemos cuando estamos comiendo y aparece una llaga en la boca. Simplemente es preciso llevar una buena higiene bucal y seguir una dieta equilibrada. Con ello, tendremos todo lo necesario para prevenir su aparición y de surgir algún afta, tirar de paciencia.